Alfonso Rueda reconoce el desplome electoral del PP en el último semestre
Alfonso Rueda no tiene reparos en reconocer el desplome electoral experimentado por los populares a lo largo de 2012
Lo que iba a ser una victoria aplastante se ha tornado en apenas seis meses en una ventaja en el alero. El secretario general del PP, Alfonso Rueda, no tuvo reparos en reconocer ayer el desplome electoral experimentado por los populares en Galicia a lo largo de 2012. Las encuestas preveían a finales del pasado año, cuando se celebraron las elecciones generales, un triunfo “histórico” para los populares gallegos, que se iba a traducir en la mayor representación parlamentaria obtenida nunca por el partido que preside Alberto Núñez Feijóo. Parecidos resultados vaticinaban en marzo, cuando el PP se llevó en Andalucía el primer disgusto desde que Mariano Rajoy es presidente. Galicia resistía el desgaste. Otra cosa es en la actualidad, cuando los sondeos reflejan que el PP no puede dar ni mucho menos las elecciones por ganadas. “Sería la mejor manera de empezar a perderlas”, alertó Rueda.
El número dos del partido desveló estos datos tras un comité de dirección extraordinario del PP convocado por Feijóo para explicar “sus razones” de fijar los comicios gallegos el 21 de octubre, coincidiendo con los del País Vasco. Cuando las encuestas pronosticaban unos resultados “superiores a los mejores” obtenidos por el expresidente Manuel Fraga, de 43 diputados, hubo cargos del partido que aconsejaron “aprovechar esa ventaja electoral evidentísima” para asegurar la reelección del presidente de la Xunta. Pero Feijóo “siempre huyó del ventajismo político” y renunció. “En ningún momento quiso aprovechar esa seguridad electoral, pensando que lo que había que tener en cuenta eran los intereses de Galicia”, subrayó.
El Partido Popular gallego habrá realizado sus análisis de esa caída en los sondeos, pero Alfonso Rueda se negó a hacerlos públicos. Preguntado hasta en dos ocasiones si considera el PP el desgaste es responsabilidad de la gestión del Gobierno de Rajoy o del de Feijóo, el secretario general esquivó la cuestión. “Ahora podemos seguir siendo optimistas, son unos buenos resultados, pero no nos podemos descuidar en absoluto”, zanjó.
Tampoco quiso aclarar Rueda el papel que el eventual rescate de España tuvo en la elección de la fecha electoral. En cambio, se explayó en interpretar el adelanto en Galicia, para hacer coincidir los comicios con los del País Vasco, como un intento de evitar que el país “viva en la incertidumbre” durante meses, sobre todo ahora que “Europa está mirando” a España.
Rueda contrapuso el liderazgo en el PP de Feijóo, “al que nadie discute”, con las otras dos fuerzas parlamentarias y sus aspirantes. Así, afirmó que “no todos los nacionalistas querían al candidato actual”, Francisco Jorquera, lo que según su interpretación está en el origen de las escisiones en el BNG, mientras que en el PSdeG afirmó que a Pachi Vázquez “casi la mitad” de sus correligionarios “no lo querían”. “Quien no es capaz de gobernar su casa es muy difícil que después sea capaz de gestionar los asuntos de todos”, criticó.
El nuevo Parlamento se constituirá el 16 de noviembre
La fecha para constituir la Cámara, de nuevo, en O Hórreo aparecía marcada ayer por el presidente de la Xunta en el Diario Oficial de Galicia para el 16 de noviembre a las 11 horas. El número de escaños por circunscripción no se ha movido un ápice desde las últimas elecciones, puesto que Feijóo no tuvo tiempo para presentar la reforma de la Ley Electoral que pretendía suprimir 14 de los 75 diputados actuales. Así, el decreto para la convocatoria de los comicios del 21 de octubre establece 24 escaños en A Coruña, 15 en Lugo, 14 en Ourense y 22 en Pontevedra.
Los gallegos residentes en España tienen hasta el jueves 11 de octubre para solicitar el voto por correo, y hasta el 17 de ese mes para ejercer el sufragio por correspondencia. Mientras que los sondeos de opinión no se podrán publicar después del 16 de octubre. Las coaliciones electorales deberán comunicarse antes del 7 de septiembre y los partidos presentarán sus listas entre el 12 y el 17 de ese mismo mes. Tras celebrarse el escrutinio, aquellas candidaturas que no obtengan un mínimo del 5% de los votos válidos en la circunscripción no se tendrán en cuenta. La reforma de Fraga de 1992 endurecía así los requisitos para conseguir un sillón parlamentario, antes en el 3%. El voto en blanco —que se manifiesta con el sobre vacío— se cuenta como válido y dificulta la representatividad de partidos minoritarios. El voto nulo —aquel que difiere del modelo oficial— carece de efecto sobre la elección de candidatos.
