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ERC exige una hacienda propia, más impuestos y aclarar el caso Palau

Los republicanos confían en evitar nuevos recortes en 2013 con subidas tributarias

Esquerra Republicana (ERC) sabe que sus votos pueden ser imprescindibles para el Gobierno si el PP cumple su amenaza de romper la sólida alianza con CiU de cara a los Presupuestos de 2013. Por ello, tras pugnar en ofrecimientos con la formación de Alícia Sánchez-Camacho durante la negociación de las cuentas de 2012 para convertirse en el socio de Mas, el partido sube el tono de sus condiciones para ayudar al Gobierno.

Lo hizo ayer el líder de la formación, Oriol Junqueras, que visitó la Universidad Catalana de Verano en Prada de Conflent (Francia). Junqueras remarcó la principal exigencia de ERC, que coincide exactamente con el programa de Convergència: que Mas no afloje en la reivindicación del pacto fiscal. Si el presidente fracasa en la negociación con el Gobierno central, ERC le exhorta a crear la hacienda catalana de forma unilateral. “Si CiU incumple el compromiso de hacer una hacienda propia, no hace falta que nos busquen”, dijo Junqueras.

Las exigencias del líder de ERC van más allá del pacto fiscal, conocedor de que su militancia no tolerará su entrega total al programa económico del Gobierno con el único objetivo de avanzar en el modelo de financiación. Los republicanos dividen su lista de exigencias a Mas en tres: impulsar la hacienda propia; aumentar los ingresos en los Presupuestos; y clarificar la presunta financiación irregular de Convergència a través del Palau de la Música.

Los republicanos confían en evitar los recortes en los Presupuestos de 2013 con un aumento de impuestos que logre incrementar en 1.000 millones de euros los ingresos de la Generalitat. Uno de los gravámenes que piden recuperar es el impuesto de sucesiones: "Aunque sea de forma temporal", apuntó Junqueras. CiU ha abierto la puerta a recuperar puntualmente el impuesto tras negarse en redondo durante meses. La propuesta económica de los republicanos, que CiU ya denostó durante la negociación de los anteriores presupuestos, incluye la creación de un impuesto a las transacciones financieras y a los depósitos bancarios. "Necesitamos nuevos ingresos para dar respuesta a las urgencias crecientes de la gente y de las empresas", mantuvo el republicano.

La tercera exigencia de ERC es que CiU aclare el caso de financiación irregular que afecta al socio mayoritario de la federación, CDC. Aunque antes de las vacaciones de agosto el partido dejó claro hasta dónde estaba dispuesto a llegar con su presión, al evitar que Mas diera explicaciones en el Parlament.

Los republicanos están más cerca que nunca de apoyar al Gobierno, tras el enfriamiento de las relaciones entre CiU y PP por el crecimiento del discurso soberanista en el Ejecutivo. Junqueras dejó claro que la alianza entre populares y nacionalistas "no ha traído nada bueno a Cataluña" y que cualquier pacto con el PP es incompatible con un acuerdo con ERC.

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