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La falta de fondos frena las dos mayores obras de la Xunta de Feijóo

La autovía Carballo-Berdoias se suma a los problemas del hospital de Vigo

Fotografía de las obras de la autovía distribuida por la Xunta el pasado junio.
Fotografía de las obras de la autovía distribuida por la Xunta el pasado junio.

Tanto el hospital de Vigo como la autovía que cruza la Costa da Morte de Carballo a Berdoias (Vimianzo) avanzan a cuentagotas. Las dos grandes construcciones del Ejecutivo de Feijóo, con un presupuesto de 1.400 millones de euros —incluidos algunos servicios no sanitarios— y 745, respectivamente, ambas financiacdas con el sistema público-privado, están en barbecho, pese a ser el período estival el más propicio para prodigar los esfuerzos en la construcción. No obstante, la Xunta advierte que son las empresas las más interesadas en acelerar las obras, pues hasta que no empiecen a funcionar no verán un céntimo del canon que les pagará la Administración pública. En Vigo, la unión temporal de empresas (UTE) informó a las compañías subcontratadas y a algunos de sus trabajadores directos el término de los contratos. Además, Acciona, la compañía que lidera la UTE, anunció un ERE de 1.142 trabajadores que afectará a toda España. La CIG cree que actualmente solo 150 personas trabajan en la estructura.

En agosto de 2011 el tramo entre Coristanco y Baio (Zas) de la Autovía de la Costa da Morte recibió las primeras paladas. Sin embargo, desde la Consellería de Infraestruturas se empeñan en aseverar que la vía “está en ejecución” y que se están acometiendo “los movimiento de tierras, obras de drenaje, etcétera”. No es la versión de Excavaciones Casais, SL, una de las cuatro empresas subcontratadas que trabaja en el trecho Baio-Berdoias, que dice que está estancado. La paralización del movimiento de tierras ha enviado a 35 personas a la calle y la compañía está a la espera de que les comunique cuándo puede volver a empezar, explica una empleada. Otra de las empresas externas de Carballo, Excavaciones Lobera, SL, fecha el frenazo en abril de 2012. El 23 de ese mismo mes, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, hacía acto de presencia en la comarca de Bergantiños para prometer que la vía libre de peaje estaría abierta en 2013. Un mensaje que reiteró la semana pasada el presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, quien aseguró que “el 60% de la Autovía da Costa da Morte está en plena ejecución”.

Dos subcontratas corroboran que han dejado de trabajar en la vía

Los ediles de la comarca coinciden con el diagnóstico de las dos compañías subcontratadas. El teniente de alcalde de Coristanco, Juan García Velo (PP), considera que el tramo de su municipio “lleva varios días casi parado”. Concretamente en el intervalo de Pedralta sí había movimiento la semana pasada, pero desde abril “no están trabajando a un ritmo muy alto”, explica Velo.

Los regidores de Carballo, Vimianzo y Zas, todos ellos nacionalistas, manifestaron su intención de pedir explicaciones al conselleiro si el estancamiento se prolonga hasta septiembre. Evencio Ferreiro, alcalde de Carballo, achaca la demora a las “dificultades que tiene la UTE para conseguir financiación”. Aunque en algún tramo del municipio han desbrozado, quedan por hacer las labores de excavación.

La autovía y el hospital de Vigo son las dos mayores obras de Feijóo
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En la comarca soneirana, al remover la tierra, las obras dificultan el acceso a pistas en el monte y a la red de aguas. El regidor de Vimianzo, Manuel Antelo, denuncia que el desempleo derivado de la construcción no solo perjudica a la vía sino que acrecienta la crisis en el sector de la hostelería. Algo similar ocurre en Zas. A la salida de Baio hay instalada, desde enero, una cementera, y el alclade, Manuel Muíño, se pregunta cuándo comenzará a amasar el hormigón. Allí mismo la constructora tiene las oficinas en las que, de acuerdo con el alcalde, solo queda un topógrafo. La fecha señalada para la apertura del corredor que va de Carballo a Berdoias es “un brindis al sol”, espeta. Y, de acertar en los plazos, la empresa se equivocó marcando el calendario porque “le sobran ocho meses”. Es el tiempo que, según Muíño, lleva estancada la obra. Además, en los últimos meses los camiones fueron retirados con transporte especial y las señales que obligaban a reducir la velocidad en la zona están cubiertas con una lona negra.

El otro ayuntamiento por el que pasará la autovía es el de Cabana de Bergantiños, en el que gobiernan los populares. Una trabajadora del Consistorio comenta que tampoco allí progresa el asfalto. El pasado junio, hasta la Xunta admitió en el Parlamento que la financiación se hacía de rogar.

Acabar con el abandono

La autovía de la Costa da Morte era la promesa para resarcir a la comarca por la catástrofe del Prestige. Feijóo, entonces vicepresidente de la Xunta, quiso participar también en la redacción del Plan Galicia. El proyecto para Carballo-Berdoias ha sobrevivido a tres legislaturas, pero todavía no hay vía por la que circular. Las obras fueron licitadas tres veces. Feijóo anuló la primera concesión que se había hecho durante el Gobierno bipartito. Ante el incremento del coste en 375 millones de euros, y con un presupuesto que superaba en 263 millones a la oferta presentada por la UTE de Dragados, Agustín Hernández le paró los pies al proyecto dirigido por la empresa FCC.

Finalmente la vía, sufragada con peaje en la sombra, cayó en manos del grupo formado por Copasa, CRC, Covsa y Taboada y Ramos, con un plazo de concesión de 25 años. Y a su vez esta empresa tiene subcontratadas otras cuatro compañías.

Pero el corredor no termina ahí, sinó que continúa con el tramo que transcurre hasta Brens —8,5 kilómetros— y atraviesa Vimianzo, Dumbría y Cee. Según la declaración de impacto ambiental publicada en abril por el Diario Oficial de Galicia, las obras tendrán que andar con pies de plomo debido a las mámoas y a que el Camino Histórico de Santiago pasa por ahí. Los restos arqueológicos se repiten en otras partes. En el entorno de O Valouco (Zas), hay una mámoa de la que ya se dio parte en el informe previo. Pero una vez iniciadas las obras, aparecieron más retales de la Prehistoria a los que, según el alcalde de Zas, Patrimonio no puso objeción.

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