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CIG formaliza su denuncia contra la cúpula de Medio Rural

El sindicato pide que se investigue el patrimonio de cargos de la consellería

La central sindical CIG presentó ayer en los juzgados de Santiago una denuncia por posible prevaricación contra la titular de la Consellería de Medio Rural, Rosa Quintana, y dos altos cargos de su departamento, el secretario de Montes, Tomás Fernández-Couto, y el secretario general técnico, Francisco Vidal Pardo, por la “contratación irregular, a dedo y sin concurrencia competitiva” de las brigadas de los helicópteros que forman parte del dispositivo de refuerzo de verano. El sindicato pide también que la fiscalía investigue el patrimonio personal de los dos secretarios. “La explicación más plausible es que se contratasen por parte de personas responsables de la Consellería de Medio Rural e do Mar estos servicios de forma ilegal, y a cambio de alguna forma de contraprestación irregular, en beneficio propio”, recoge el escrito de denuncia, que no aporta pruebas.

Medio Rural amplió este invierno el contrato de la empresa Inaer, que alquila los helicópteros a la Xunta habitualmente, a través de una encomienda de gestión, según explicó la titular del departamento a este periódico. La contratación de los brigadistas, sin embargo, la hizo la empresa Natutecnia. El contrato asciende a 6,6millones de euros “lo que indica que no estamos ante ningún supuesto de exclusión del requisito de publicidad”, indica la CIG que, además, afirma que “no cabe prórroga cuando el objeto del contrato es diferente”. También señala que la encomienda de gestión solo puede darse entre Administraciones y empresas públicas.

El sindicato resalta además que hizo público qué empresas lograría el contrato “dos meses antes de que se produjese” la adjudicación. La Asociación Profesional do Servizo contra Incendios Forestais da Xunta (Apropiga) señaló ayer que los procesos selectivos del personal de Natutecnia “fueron totalmente arbitrarios y no se primaron aspectos como la experiencia y la formación de los trabajadores” y que no se valoró el conocimiento del gallego, lo que provocó “deficiencias en las comunicaciones con los medios aéreos de estas empresas” durante la extinción del incendio de Valdeorras el pasado fin de semana. Amigos da Terra, por su parte, manifestó su pesar por “el desmantelamiento” del servicio de extinción que “conlleva una mayor desprotección y un mayor riesgo para los ecosistemas”.

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