_
_
_
_
_

La cooperativa de L’Aldea renueva su junta directiva

Después de someter a votación las cuentas, los socios eligieron el nuevo consejo rector

Anoche se celebró la primera asamblea ordinaria desde el inicio de la crisis en la cooperativa de L’Aldea (Baix Ebre), que derivó el pasado noviembre en la inmovilización de los ahorros depositados en su sección de crédito. Los socios, muchos de ellos afectados por este corralito, tenían que aprobar las cuentas del ejercicio de 2011, pero la junta gestora actual se quedó sola y únicamente 25 personas de las más de 180 presentes avalaron las cifras que presentó José Fernando Falcó, el presidente saliente del consejo rector. La mayoría de los socios votaron en contra del informe y unos pocos se abstuvieron.

Antes de la votación ya saltaron las primeras chispas entre los socios y la junta saliente. Según las últimas informaciones, el exgerente de la sociedad Daniel Farré y otros directivos de la cooperativa retiraron 200.000 euros pocos días antes del bloqueo de las cuentas. Farré ingresó parte del dinero retirado de la sección de crédito antes de la quiebra, unos 160.000 euros, en una cuenta a nombre de sus hijos.

Después de someter a votación las cuentas, los socios eligieron el nuevo consejo rector. La única candidatura que se presentó fue la encabezada por Montserrat Llosa, exdirigente de Unió de Pagesos de la comarca. Llosa se dirigió a los socios para exponer los objetivos de la nueva junta. Lo hizo tras enumerar a las personas que la acompañarán en la dirección. El gran objetivo es que la cooperativa sobreviva. Cerrar la entidad y liquidar no es una solución para Llosa. Cree que los impositores que ahora tienen sus ahorros en la sección de crédito, si se cierra, “solo van a cobrar las migajas”.

El plan de Llosa para reflotar la cooperativa consiste en conseguir más volumen de negocio, más confianza y más transparencia. A pesar de considerarlo muy complicado, Llosa no juzga imposible llevar adelante la entidad. El nuevo consejo rector, con Llosa al frente, no buscará venganza entre los anteriores gestores de la cooperativa, pero espera que la justicia siga su curso y que los culpables del corralito de L’Aldea paguen por sus actos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_