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La fusión entre Oza y Cesuras se enreda en un embrollo jurídico

El PP planea aprobarla sin mayoría cualificada ante la oposición de PSOE y BNG

Los alcaldes de Oza dos Ríos (izquierda) y Cesuras.
Los alcaldes de Oza dos Ríos (izquierda) y Cesuras.ANXO IGLESIAS

El empeño de la cúpula del PP gallego en llevar adelante con las localidades coruñesas de Oza dos Ríos y Cesuras la primera fusión municipal en 40 años va camino de convertirse en un embrollo legal, además de político. Los principales partidos en Galicia multiplican las contradicciones sobre esta cuestión. Y ya hay formaciones, como el PSOE, que se plantean acudir a los tribunales. En estos dos municipios de la comarca de Betanzos, los ediles del PP pretenden la semana que viene, probablemente el día 17, aprobar en solitario el inicio del proceso para unir sus territorios.

Los dos alcaldes y sus equipos de gobierno se valdrán de sus mayorías absolutas en ambos ayuntamientos para adoptar el acuerdo. Y de un informe de los servicios jurídicos de la Diputación coruñesa que interpreta que basta con la mayoría absoluta, y no la de los dos tercios de los ediles de cada corporación, para arrancar los tramites de fusión, según confirmaron fuentes municipales. La última palabra la tendrá la Xunta, a la que corresponde cerrar el expediente. Sin embargo, fue el criterio contrario —la necesidad de sumar una mayoría cualificada de dos tercios de los concejales— el que primó para los conservadores de la provincia de Lugo. Los equipos de gobierno, ambos del PP, de O Valadouro y Alfoz tumbaron en febrero la iniciativa de PSOE y BNG de iniciar un proceso de fusión. No salió adelante al no ser apoyado por dos tercios de los concejales (8 de 11).

Las leyes estatal y gallega difieren sobre los apoyos que requiere la fusión

También en la oposición local en Oza y Cesuras, pero al contrario de sus compañeros lucenses, socialistas y nacionalistas mantienen firme su voto en contra de una fusión que consideran opaca e impuesta sin argumentos suficientes de viabilidad económica. Y reclaman sin éxito que decidan los vecinos en un referendo. El problema reside en Cesuras. A diferencia de Oza donde los conservadores cuentan con una holgada hegemonía (ocho de 11 concejales), en el municipio vecino suman la mayoría absoluta (siete ediles) sin más.

Y ahí entra en juego el criterio de la Diputación de A Coruña, también gobernada por el PP. Su presidente, Diego Calvo, es el principal impulsor de la unión de Oza y Cesuras, un proceso anunciado, a bombo y platillo y casi dado por hecho, por el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en marzo pasado. La Administración provincial y los dos ayuntamientos se niegan a hacer público, antes de convocar la próxima semana los plenos extraordinarios para arrancar el proceso, el informe que realizó el servicio jurídico de la Diputación. Fue a petición de los secretarios municipales dadas las dudas que plantea la legislación vigente.

La Ley estatal de Bases del Régimen Local establece en su artículo 47.2 que “se requiere el voto favorable de la mayoría absoluta de las corporaciones” para la “creación, supresión y alteración de términos municipales”. Pero la Ley de Administración Local de Galicia, en vigor desde 1997, va más allá. Afirma que las alteraciones de términos municipales, cuando son tramitadas como en este caso con carácter voluntario por los ayuntamientos interesados, deben comenzar con acuerdos de los dos plenos municipales, “adoptados con el voto favorable de las dos terceras partes del número de hecho y, en todo caso, de la mayoría absoluta del número legal de miembros de la corporación”.

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Los socialistas amenazan con llevar el asunto a los tribunales

Un artículo (el 32.1) que da pie a interpretaciones contradictorias. Para el PP de A Coruña, basta la mayoría absoluta que tiene en Oza y Cesuras para decidir en solitario la fusión. Aunque anhela, insiste Diego Calvo, un acuerdo por unanimidad de todos los partidos. “Siempre apostamos y lo vamos a seguir haciendo porque la fusión sea apoyada por el 100% de los concejales presentes en la corporación”, afirmó en julio el presidente provincial. Pero un mes después, el pasado día 3, sentenció que “de todas formas la ley es clara”. La Diputación sostiene que su informe jurídico, aún bajo secreto, concluye en este caso que “se requerirá quorum del voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros de la corporación".

Pero para el PSOE de A Coruña, no es así. Fuentes de este partido defiende que prima la ley gallega sobre la estatal, que solo sienta “unas bases", y por lo tanto es necesario aprobar la fusión con el voto favorable de dos tercios de los ediles (8 de 11 en ambas corporaciones). Los socialistas amenazan incluso con acudir a los tribunales si la semana que viene el PP impone en solitario la tramitación de la unión de Oza y Cesuras. Una vez aprobada por el pleno, se someterá ese acuerdo a información pública durante 30 días. Y luego las dos corporaciones deberán de nuevo volver a votar antes de remitir el expediente a la Xunta. El PP desea completar el proceso antes de 2013. A Coruña pasaría a tener 93 municipios y Galicia 314.

Obras como premio

Los gobernantes del PP en la Xunta y la Diputación Provincial de A Coruña no escatiman esfuerzos, promesas y dinero público para apoyar una fusión de Oza dos Ríos y Cesuras. Un proceso con el que desean dar ejemplo y animar a otros ayuntamientos a unirse. El 70% de los alcaldes gallegos son del PP.

A 600.000 euros ascendió el montante total de las obras que pagará el organismo provincial en ambos municipios en un intento de premiar su futura unión. “No es un gasto, es una inversión de futuro", defendió el presidente provincial, Diego Calvo, al firmar la semana pasada los convenios con los dos alcaldes. Un dinero que servirá para arreglar o construir varias aceras, acondicionar el entorno de centros sociales y de dos iglesias, ampliar un campo de fútbol, añadir un pérgola a un campo de fiesta, rehabilitar unas cuantas fuentes y lavaderos o apoyar económicamente la futura compra de terrenos para una depuradora y acallar así las protestas vecinales en Cesuras contra su ubicación inicial.

Aunque en ese último municipio se formó una plataforma vecinal en contra la de la fusión, sólo se presentaron siete alegaciones al informe de viabilidad realizado por la Diputación. Un documento que cuenta con el total rechazo de PSOE y BNG por su inconcreción. Ni siquiera incluye una memoria económica de la fusión. Los dos alcaldes sostienen que la unión de sus territorios no llevará a reducir la plantilla de ambos ayuntamientos. Y que se mantendrán las dos casas consistoriales.

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