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Cien metros en siete meses

El cierre de una calle de Jaén indigna a los vecinos

Ginés Donaire
Obras en la calle Álamos de Jaén.
Obras en la calle Álamos de Jaén.

"Esto ni las obras de El Escorial; es una vergüenza". Carlos Arquillos, encargado de una conocida perfumería de la calle Álamos de Jaén expresa el sentimiento de indignación de comerciantes y vecinos tras cumplirse siete meses desde que esta céntrica arteria del casco antiguo jiennense quedara cortada al tráfico para acometer unas obras de reforma. El estupor se entiende si se tiene en cuenta que estamos hablando de una calle de menos de 100 metros de longitud y que, según anunció en su día el Ayuntamiento, debería haberse concluido en el mes de abril.

La reforma de la calle Álamos, en el entorno de la catedral de Jaén, se adjudicó a la firma Pavencosa SL con un presupuesto de 165.521 euros y, aunque se trata de una obra municipal, su financiación se hace con cargo a los Planes Provinciales de Obras y Servicios, por los que la Diputación financia el 45%, el Ayuntamiento el 29% y el Gobierno central el 26% restante. Sin embargo, la firma constructora ha parado en varias ocasiones los trabajos porque desde el Ayuntamiento no se le transfería el dinero.

El alcalde jiennense, José Enrique Fernández de Moya, ha visitado este lunes los trabajos y, tras pedir disculpas a los vecinos por el retraso, ha anunciado que se abrirá "en aproximadamente 20 días". Pero ya casi nadie se fía. "Pero no dicen que los coches no podrán pasar hasta un mes después para dejar que se asienten los adoquines que están colocando", indica un comerciante de la zona, que estima las pérdidas en casi un 20%.

"Es una auténtica tomadura de pelo", sostiene el presidente de la asociación vecinal Arco del Consuelo, Antonio Lozano, que valora que la obra se haya ampliado para incluir la renovación del saneamiento y la red de abastecimiento. Pero, por el contrario, lamenta que se haya acortado el tramo de las obras sobre lo previsto al principio. El corte de esta calle también afecta a muchos propietarios de cocheras, que se han visto obligados a alquilar una plaza en otro lugar. Los conductores procedentes de la zona sur tienen que descender hacia el centro de la ciudad para poder coger una vía alternativa.

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