_
_
_
_
_

El puerto exterior coruñés se estrena con el traslado de un macrobuque

La gigantesca embarcación se construyó en Ferrol para la Armada australiana

El "Blue Marlin y el Camberra en el puerto exterior de A Coruña
El "Blue Marlin y el Camberra en el puerto exterior de A CoruñaGABRIEL TIZÓN

Aún inacabado y pendiente de resolver cuestiones cruciales para garantizar su viabilidad, el puerto exterior de A Coruña —la mayor obra pública de los últimos años en Galicia— se estrenará hoy con una compleja operación naval para trasladar a las Antípodasal enorme barco, el Canberra, que fabricaron los astilleros públicos de Navantia en Ferrol para la Armada australiana. La nueva dársena de Punta Langosteira, en el municipio de Arteixo, la infraestructura pública más cara de la comunidad autónoma, se echa a andar poniendo en valor una de sus grandes bazas, su calado de 24 metros.

Al Canberra aún le falta el puente de mando, que se le añadirá en su destino en Australia, para poder navegar por sí sólo. Punta Langosteira es el único puerto que podría acoger en el noroeste de la Península las complicadas maniobras para subir este gigantesco buque de 230 metros de longitud (eslora) y 32 de ancho (manga) a bordo de una gran plataforma, la Blue Martin, que se encargará de transportarlo y entregarlo a sus propietarias, la flota de la Armada australiana.

Los dos macrobuques están desde ayer atracados en Punta Langosteira y hoy se tardará cinco horas en sumergir parcialmente la plataforma para instalar en la cama de acero de su cubierta al Canberra. Los operarios del puerto necesitarán una semana más de trabajos de sujeción y amarre antes de emprender la travesía oceánica hasta la ciudad australiana de Melbourne, en la que empleará unos 45 días.

Tras este estreno, inédito en aguas gallegas, continuarán las obras y gestiones para que la nueva dársena coruñesa alcance su plena operatividad, dentro de tres o cuatro años. La razón de ser de esta carísima infraestructura (753 millones de euros), como es el traslado de los petroleros de Repsol que ahora atracan en el viejo y céntrico puerto de A Coruña, sigue en negociación. De esa mudanza —por la que la petrolera reclama 250 millones— depende además la viabilidad económica de Punta Langosteira. Y pendientes también están los accesos viarios (en obras) y sobre todo ferroviario. No hay de momento presupuesto público para ese enlace indispensable.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_