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Feijóo pacta trasladar oficinas de la patronal a espaldas de los empresarios

La Xunta dice que la medida es para ahorrar, pero no aclara a quién beneficia

María Fernández
Feijóo junto al ministro Margallo
Feijóo junto al ministro Margallo J. J. GUILLÉN

Una de las obsesiones del Ministerio de Asuntos Exteriores desde que el PP llegó al poder en Madrid ha sido poner orden en el avispero de “embajadas”, que tienen las comunidades autónomas en el exterior. El ministro José Manuel García Margallo lo recuerda cada vez que puede: “En Sao Paulo hay 11 oficinas comerciales españolas distintas, y diez son de las autonomías”. En los primeros meses de su mandato logró firmar acuerdos con Valencia, Castilla La Mancha, Castilla-León y La Rioja para que trasladasen sus delegaciones a suelo diplomático español. Así, cree el ministro, se ofrecerá una imagen más coordinada y se ahorrarán gastos.

Desde ayer, Galicia también ha dicho que sí a su propuesta, pero con una particularidad: las oficinas comerciales han sido privatizadas. Están en manos de la Confederación de Empresarios desde que la Consellería de Economía firmó, en 2010, un convenio con la CEG para dejar que la patronal contrate al personal y gestione los alquileres de los locales. En virtud de ese acuerdo se cerraron las cinco oficinas públicas que tenía el Igape en Tokio, Varsovia, Düsseldorf, Shangai y Miami para abrir, en esos y otros países, la red Pexga (se llama así), que después de muchos retrasos y polémicas cuenta con 13 plataformas.

Según la Consellería, se trataba de ahorrar, aunque esas nuevas delegaciones pasaron a costar 18 millones de euros (la Xunta ha pagado 4,5 millones cada año de esta legislatura). Cuando explicó el acuerdo Javier Guerra, titular de Economía, contrapuso los “desorbitados”, sueldos de algunos de los delegados contratados por el Igape (el de Japón, un país con un nivel de vida considerable, cobraba “más que el presidente de la Xunta”) al hecho de que, de media, cada oficina privatizada en manos de la patronal se sostendría con poco más de 300.000 euros al año. Aunque Guerra multiplicó por tres el número de delegaciones, algo que no consideró un dispendio, sino una forma de promocionar las exportaciones en un momento económico delicado.

Ayer, en la patronal gallega no sabían nada del acuerdo de Feijóo con Margallo que, según el presidente de la Xunta, compromete al Gobierno autónomo a “ubicar las oficinas comerciales gallegas en los espacios e instalaciones del Gobierno español para ahorrar, evitar duplicidades y mejorar la efectividad del gasto público”. Feijóo avanzó que los primeros traslados serán los de las oficinas de París, Berlín y Estambul a las dependencias del Instituto Español de Comercio Exterior o a las embajadas, en función de su disponibilidad.

Economía privatizó el servicio, que ahora gestiona por 18 millones la Confederación de Empresarios

“La Confederación de Empresarios no ha sido invitada al acto \[de Madrid\], no nos consta que el convenio de la red Pexga haya cambiado”, aseguró ayer un portavoz. La Consellería de Economía, matizó que la incorporación de algunas delegaciones se realizará “de forma progresiva y permitirá ahorrar, evitar duplicidades y mejorar la efectividad del gasto”, pero no aclaran si se modificará el convenio con la Confederación de Empresarios que, lógicamente, se ahorrará una buena parte del coste logístico. En el pacto firmado ayer también se contempla el traslado de las oficinas públicas de Montevideo, Buenos Aires y, si las condiciones económicas son más favorables, la de la Fundación Galicia Europa en Bruselas, que tiene sede propia.

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En declaraciones posteriores a la firma del acuerdo, García-Margallo aseguró que la integración de las representaciones en el exterior supondrá que, a partir de ahora, los gallegos “contarán con un embajador, que estará presencialmente a su lado, y con técnicos”, para que Galicia sea cada vez “más grande, se internacionalicen más sus empresas y los gallegos, que están fuera, sean mejor atendidos si cabe”. Pero, según la información del Ministerio, el texto del convenio es muy genérico, y obvia el hecho de que una asociación privada pueda ocupar dependencias de una embajada u oficina comercial española contratando a personal propio . Ninguno de los convenios firmados hasta ahora con otras comunidades recogen un aspecto parecido.

Para Feijóo esta la cooperación y la promoción exterior están dando sus frutos porque, según dijo ayer, las exportaciones de Galicia están “marcando récord histórico. Somos la segunda comunidad con el mayor superávit de nuestra balanza comercial y tenemos el mayor superávit en el año 2011 entre importaciones y exportaciones gallegas”. Aunque por ahora no se ha presentado ningún balance público del volumen de negocio que captan las delegaciones abiertas por la patronal para las pymes gallegas.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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