El Gobierno catalán reclama a Fomento que extienda los peajes a toda España

Pocos asuntos alimentan tanto el discurso del agravio en Cataluña como el de los peajes en sus vías rápidas (autopistas y autovías). Al histórico malestar de la sociedad catalana por la masiva presencia de vías rápidas de pago en esta comunidad se ha sumado este fin de semana el inesperado aumento del 7,5% de los peajes que dependen del Gobierno central. Esto ha tensado de nuevo las relaciones entre la Generalitat y el Ejecutivo de Mariano Rajoy y motivó que este lunes, el consejero catalán de Política Territorial, Lluís Recoder, pidiera que, de una vez para siempre, todas las comunidades tengan un sistema de vías de peaje equitativo.

El consejero pidió la instauración de un sistema “homogéneo y justo”, con peajes blandos, alejado de la solución fácil que consiste en aumentar el precio en los lugares donde las barreras ya existen. “Lo que reclamamos es que se homogeneícen precios, se apliquen en toda España y que los peajes en Cataluña bajen mucho”, indicó en declaraciones a Catalunya Ràdio. Las declaraciones de Recoder llegan después del anuncio de Fomento de aumentar las tarifas en un 7,5% en los peajes de la AP-7 y la AP-2 desde este sábado, y que ascenderá al 10 en septiembre tras la entrada en vigor del aumento del IVA aprobado por el Gobierno central.

En Cataluña el 67% de las vías rápidas son de peaje y un 33% son gratuitas. En el conjunto de España esta cifra se invierte con un 20% de vías de pago frente a un 80% de gratuitas, según los datos que maneja la Generalitat.

Durante los últimos años la Generalitat ha aplicado un sistema de descuentos para los usuarios habituales de algunas vías que ahora se tambalea por la delicada situación de las finanzas públicas catalanas. Esto, junto a la última subida de los peajes del Gobierno central, ha provocado numerosas protestas. De ahí que el Gobierno catalán pida reequilibrar los peajes en toda España. Una opción sería convertir en vías de pago algunas autovías que ahora son gratuitas. Otra opción, menos probable por la crisis, sería rescatar algunas autopistas catalanas que llevan 30 o 40 años bajo concesión privada.

El Gobierno de Convergència i Unió ya hace tiempo que dejó de hablar de la opción de rescatar autoistas y, pese a alentar los movimientos de protesta, está multando a los usuarios que pasan sin pagar por los peajes. Recoder admitió este lunes que la tendencia en Europa es implantar más peajes, por lo que dio por hecho que por más protestas que haya estos no desaparecerán de Cataluña. Convergència i Unió reclamó la convocatoria de la Diputación Permanente del Congreso para que la ministra de Fomento, Ana Pastor, explique el incremento de los peajes. En Cataluña, el Partido Popular solicitó a la Generalitat que reduzca un 40% el precio de los peajes que dependen de la Administración catalana para equipararlos a los del Estado. Hasta ahora la Generalitat lo ha descartado por falta de fondos.