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El campus de Alicante recorta gastos y cargos para ahorrar tres millones

Las medidas más destacadas son una central de compras, menos móviles y menús a 20 euros Los gerentes valencianos empiezan a diseñar unas cuentas restrictivas para el 2013

Se acabó la barra libre en la Universidad de Alicante. “Hay que replegar velas, dejar de despilfarrar y centralizar servicios para ahorrar”, aseguró ayer el rector, Manuel Palomar. En tiempos de bonanza económica se fueron duplicando prestaciones, pero con el previsible empeoramiento del escenario económico y financiero se impone la austeridad, según el rector. Y su objetivo es alcanzar un ahorro anual de unos tres millones de euros aplicando reducciones en los costes de adquisición, en consumos, en gastos de personal y corrientes.

Para ello, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Alicante aprobó ayer un “ambicioso” Plan de Ahorro y Racionalización del Gasto, con una amplia batería de medidas concretas que afectan a profesores y al personal de servicios, principalmente.

A partir de ahora habrá menos cargos académicos. El número de vicerrectores ya se redujo en dos cuando Palomar tomó posesión el pasado mes de junio, pero además el recorte afecta a otros cinco directores de secretariado y nueve coordinadores. Con todo ello se reducen un 26% los cargos en el rectorado. También habrá otro 22% menos de cargos en los decanatos de las facultades (había centros que tenían 15 vicedirectores), y se fija una reducción de un 20% de cargos en los departamentos y otro 18% en los institutos universitarios. Con esta medida está previsto ahorrar más de 600.000 euros anuales por complementos académicos y reducciones docentes.

Manuel Palomar:  “Hay que replegar velas, dejar de despilfarrar y centralizar servicios”

La Universidad de Alicante aplicará un mayor control del gasto corriente. Así por ejemplo, el importe máximo del menú de las comidas de representación será de 20 euros por comensal, se dejará de imprimir en papel, en la medida de lo posible, y se pondrá en marcha una central de compras para reducir costes en la adquisición de papel, material de oficina, equipos informáticos, billetes de viajes, alojamiento en hoteles, restaurantes o productos protocolarios. Con ello se ahorrará otro medio millón de euros. Incluso los teléfonos móviles no se escapan de este plan, ya que se ha reducido “notablemente” el número de celulares institucionales y se ha limitado su consumo.

La Gerencia de la Universidad recuerda que es “incompatible” que una misma persona cobre dietas por un desplazamiento y pase facturas de gastos. Además, está previsto el cierre total de varios edificios en periodos vacacionales, para ahorrar energía. El campus de Alicante paga más de 2,6 millones de euros cada año a Iberdrola, y la mayor parte del consumo corresponde al aire acondicionado, que en algunos casos no funciona bien y consume el doble. A partir de agosto se sustituirá el actual servicio de lanzadera de autobús que conecta el campus con el apeadero de Renfe por vehículos propios de la Universidad, lo supondrá 120.000 euros menos.

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El plan pone fin al programa de jubilaciones anticipadas, regula la sustitución de las bajas laborales y contempla negociar una reducción de entre un 5% y 10% de las nuevas licitaciones que se adjudiquen.

La vicerrectora de Planificación Económica, Mónica Martí, recordó que son medidas “de obligado cumplimiento, compromisos de acción, códigos de conducta y buenas prácticas”. El objetivo también es buscar vías alternativas de financiación para hacer frente a la previsible reducción de presupuesto por parte de la Generalitat.

Ayer precisamente se reunieron en Valencia los gerentes de todas las universidades valencianas con responsables de la consejería para empezar a elaborar los presupuestos del próximo año. Según fuentes académicas, fue una primera toma de contacto en la que “apenas se concretaron detalles” aunque el mensaje fue claro: elaborar unas cuentas restrictivas. Y las primeras estimaciones son que la aportación del Consell podría reducirse en un 5% de los 800 millones que anualmente destina a las cinco universidades públicas, que llevan cuatro años aplicando presupuestos a la baja.

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