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El presupuesto antiincendios ha bajado el 20% en dos años

El alcalde de Portbou: “Con las obras acabadas, la N-260 no se habría colapsado"

Miquel Noguer
Una avioneta suelta su carga de agua en el incendio del Alt Empordà.
Una avioneta suelta su carga de agua en el incendio del Alt Empordà.LLUÍS GENÉ (AFP)

Las llamas dieron paso ayer a las primeras quejas sobre el terreno. Si bien son muy pocos los que cuestionan el operativo de extinción del fuego, varios alcaldes ampurdaneses se lamentaron ayer de que el daño se habría podido evitar con prevención o con menos recortes presupuestarios. Es el caso del alcalde de Portbou (Alt Empordà), Josep Lluís Sales, consternado por la muerte de dos ciudadanos franceses dentro del municipio cuando murieron al caer por un barranco mientras escapaban de las llamas que amenazaban su coche. El suceso se produjo muy cerca de la frontera con Francia, en un punto en el que el Ayuntamiento de Portbou viene reclamando mejoras desde hace tiempo.

El alcalde lamenta que la ampliación de la carretera N-260 quedara paralizada en los últimos dos kilómetros antes de la frontera y que en este tramo haya curvas muy cerradas que dificulten el paso de grandes vehículos. Según su versión, este tramo de carretera se convirtió en una ratonera porque el tráfico que se desvió desde la autopista —el paso de La Jonquera estaba cerrado el domingo por el incendio principal— desbordó la capacidad de la vía. “Con las obras acabadas la N-260 no se habría colapsado”.

“La ampliación de la carretera en este tramo está prevista y presupuestada por el Ministerio de Fomento desde hace años, pero nunca se ha llevado a cabo”, recordaba ayer. El problema principal, según el alcalde, es que algún vehículo grande, como un autocar, quedó medio atravesado en una de las curvas intentando maniobrar, algo que produjo el atasco de vehículos e impidió que los automovilistas pudieran escapar cuando se acercaron las llamas. Presos por el miedo, un padre de 45 años y su hija de 15 intentaron huir saltando por el barranco, acción en la que perecieron.

“Esta situación de colapso se produce cada vez que una nevada o un accidente obliga a cerrar el paso de La Jonquera. El problema esta vez es que se sumaron muchas desgracias”, resume Sales. El edil también se quejó la madrugada de ayer de la tardanza de los equipos de extinción. “Cuando llegaron los primeros bomberos habían pasado 50 minutos, y con la tramontana que hacía era como pólvora”, indicó.

El alcalde de Figueres, Santi Vila, criticó ayer que las actividades que concentran un gran número de personas y actividades en La Jonquera como la prostitución y la venta de alcohol y tabaco son “dinamita pura”, junto al incivismo, en épocas de ola de calor, sequía y alto riesgo de incendio. “Los incidentes son continuos y tienen en su origen actos incívicos”, explicó Vila, que lo ejemplificó con la posible causa del incendio por el lanzamiento de una colilla.

“Los incidentes son continuos y tienen en su origen actos incívicos”, explicó Santi Vila, alcalde de Figueres
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Los partidos de la oposición se mantuvieron ayer a la expectativa de que el incendio quede definitivamente bajo control. Una vez que lo haga varios grupos piensan pedir la comparecencia de Felip Puig. En el trasfondo están los recortes en materia antiincendios que ha aplicado el Gobierno de CiU. Los presupuestos de 2012 y el plan antiincendios diseñado por el Gobierno este año contienen numerosos recortes que han puesto en pie de guerra a los sindicatos de bomberos y de los agentes forestales. Si en 2010 el presupuesto para la campaña veraniega era de 30 millones, este año se ha quedado en 24 millones: el 20% menos. Ante las críticas que generó este recorte por parte de la oposición, el consejero de Interior, Felip Puig, argumentó en una reciente comparecencia parlamentaria que el presupuesto era el mismo que se acabó gastando en 2010. Efectivamente, en aquel ejercicio quedaron en la caja hasta seis millones de euros pero tampoco hubo grandes incendios. En 2010 se calcinaron en Cataluña 618 hectáreas. Solo en el incendio del Empordà ha quedado afectado un perímetro de 14.000 hectáreas.

Recortes en cifras

La Generalitat presupuestó en 2010 hasta 30 millones para la campaña de verano contra los incendios. En 2011 se redujo la partida a 22,8 y en 2012 ha quedado en 24 millones.

El presupuesto para campañas institucionales contra el fuego ha pasado de 330.00 euros a 63.100 en desde 2010.

En el mismo periodo se ha reducido el 52% la previsión de gasto en combustible y el 20% la partida para "agua y energía". En víveres se pretende ahorrar hasta el 75%.

La oposición considera que, sabiendo que este era un año especialmente difícil por la sequía del pasado invierno, no se debía haber recortado tanto. Puig argumentó que el presupuesto de 2011 era aún más austero en este sentido: 22,8 millones.

Más allá de la campaña de verano los recortes presupuestarias en bomberos, protección civil y prevención de incendios son muy importantes. Sumando todas las partidas, Iniciativa y Esquerra Republicana calculan que en prevención el recorte ha sido del 34% desde que Convergència i Unió llegó a la Generalitat.

Los recortes en algunas partidas concretas son especialmente significativos. Se ha reducido el 52% la previsión de gasto en combustible para los medios de transporte; el vestuario de bomberos ha pasado de los tres millones presupuestados en 2010 a los 143.000 de este año. También se ha recortado más del 20% de la partida “agua y energía” y otro 75% en víveres para los cuerpos de extinción. La prevención y las campañas institucionales para combatir el fuego también han visto pasar la tijera. De los 330.000 euros que había en 2010 para publicidad, difusión y campañas institucionales se ha pasado a 63.100.

Todo ello, junto con la reducción de inversión en personal y alquiler de maquinaria, tiene revolucionados a los bomberos. Ayer los agentes forestales también expresaron abiertamente su malestar. En un comunicado de Comisiones Obreras la Agrupación de Agentes Forestales de Cataluña denunció que la situación es “insostenible”. “No se trata de una situación meteorológica excepcional como justifica el mal político de turno: en materia de prevención el mal político ha tomado decisiones contrarias a las que pedía la situación”, concluyen los agentes.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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