_
_
_
_
_

El PP vuelve a retirar la placa de recuerdo a los fusilados en Granada

El Ayuntamiento alega esta vez que el recuerdo no se atiene al "modelo oficial"

Un grupo memorialista coloca la última placa de homenaje a los fusilados en el cementerio de Granada.
Un grupo memorialista coloca la última placa de homenaje a los fusilados en el cementerio de Granada.M. ZARZA

Los familiares de los fusilados en la tapia del cementerio de Granada han vuelto a sufrir, por quinta vez, el desprecio del Ayuntamiento de la ciudad. Trabajadores municipales retiraron ayer, por cuestiones “técnicas”, la placa que recordaba a las 4.000 asesinadas en el lugar. “La placa no se atiene al modelo establecido por la Dirección General de Memoria Democrática en base a su decreto”, se limitaron a informar.

Esta vez, la excusa ha sido diferente para una acción que se ha repetido durante cinco años. “No se han desprendido del franquismo. Las familias franquistas de Granada son las que siguen liderando el Partido Popular de la ciudad, aquellos a los que García Lorca llamó la peor burguesía de España”, dijo ayer Francisco Vigueras, portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada.

Vigueras destacó que la placa recuerda a 4.000 fallecidos, entre ellos un presidente de Diputación, cinco alcaldes y varios concejales. También criticó que el mismo Ayuntamiento que retira la placa se niega a quitar una estatua que homenajea el fascismo en pleno centro de Granada en la que varias manos saludan a la romana, con el brazo extendido.

El memorialista resaltó la paradoja de que el PP haya recuperado el teatro La Barraca de García Lorca y lo lleve de gira a los pueblos de la provincia. “Es un espectáculo de cinismo sin precedentes”, afirmó. “La derecha está intentado apropiarse del nombre de Lorca. La Barraca tenía un sentido contrario a la ideología del PP, es una manipulación lamentable”, aseguró.

La placa fue colocada el pasado viernes por Luis Naranjo, nuevo Director General de Memoria Democrática. “Sabíamos que la iban a quitar, era previsible y me parece muy mal, un acto poco democrático”, declaró ayer Naranjo, quien reconoció que no se ajustaba al formato aprobado por él mismo. “Hemos iniciado los trámites administrativos para colocar la placa en el muro en el mes de septiembre. Yo insté al Ayuntamiento a que no la retirara como un ruego, no podía hacer más”, concluyó.

En la tristemente famosa tapia del cementerio de Granada se han documentado 3.970 fusilamientos. Nueve de cada diez asesinados lo fueron en los años de la Guerra, entre 1936 y 1939, pero la última víctima, Ricardo Beneito Sopena, data de 1956.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_