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Los trabajadores del Liceo piden una mediación para su conflicto laboral

Los empleados denuncian el incumplimiento del pacto firmado hace cuatro meses con la fundación

Los trabajadores del Teatro del Liceo de Barcelona han solicitado a la Inspección de Trabajo un mediador para que intervenga en el conflicto laboral que mantienen con la dirección del teatro lírico. El comité de empresa ha interpuesto la solicitud por “incumplimiento” del pacto que firmaron con la Fundación Gran Teatro del Liceo el pasado 22 de febrero, tras la retirada del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal presentado ocho días antes, y que debía llevar a la consecución de un nuevo convenio colectivo.

El acuerdo de febrero comportaba una serie de objetivos que debían haberse alcanzado antes del 15 de mayo. La imposibilidad de cumplirlos llevó a los trabajadores a aceptar una prórroga que expiró el pasado 15 de julio, sin que tampoco se haya cumplido lo establecido.

“Es una manera de obligar a la empresa a que se siente y negocie porque han pasado cuatro meses y no se ha negociado nada más allá de pactar algunos salarios con algunos colectivos del teatro y solo para un año”, ha asegurado a Efe el presidente del comité de empresa, Manuel Martínez.

Los principales términos del incumplimiento son, según los trabajadores, el no haber firmado el nuevo convenio colectivo, la falta de transparencia en la información recibida por los trabajadores sobre la aportación económica realizada a la Fundación Gran Teatro del Liceo y la total falta de información sobre cuándo y cómo se le devolverá a los trabajadores el dinero que éstos cedieron a la entidad, cuando decidieron renunciar a la paga extra de verano y otro emolumentos para facilitar la viabilidad de la temporada. El importe de ese crédito asciende a 1,5 millones de euros.

Los trabajadores del Liceo temen especialmente que, a pesar de su predisposición, sean ellos las grandes víctimas del plan director de la fundación que se aprobó el 16 de julio para las temporadas comprendidas entre la 2012-2013 y la 2016-2017 y que contempla una notable reducción de la masa salarial del personal, que puede traducirse en más despidos y rebajas de sueldos.

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