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El incómodo papel del Círculo de Economía

El ‘lobby’ empresarial ve reforzada su independencia tras haberse desmarcado del Gobierno de CiU con el rechazo del concierto

Lluís Pellicer
El presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué.
El presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué.Carles Ribas

Fue en la escuela de negocios Esade donde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se reunió en abril del año pasado con 180 ejecutivos y directivos de grandes corporaciones catalanas para pedir una gran alianza del empresariado a favor del pacto fiscal. Y desde entonces, a pesar de que la propuesta apenas se había definido, todas las organizaciones fueron dando su apoyo a Mas. Solo el Círculo de Economía se resistía a pronunciarse. No era un silencio cualquiera, puesto este lobby lo integran los presidentes y directivos de las principales empresas catalanas. El lunes, tras un mes de debate entre sus miembros, el Círculo emitió un documento que rechaza los fundamentos de la propuesta en la línea del concierto económico que hasta la fecha ha esbozado el Gobierno de CiU, como la bilateralidad o tener la llave de la caja.

El Círculo llevaba meses planteándose si debía entrar en el debate del pacto fiscal. Según fuentes conocedoras de esas reuniones, la disyuntiva estuvo encima de la mesa en varias juntas ordinarias, en especial cuando el presidente, Josep Piqué, y los vicepresidentes de la institución empezaron a recibir señales de la Generalitat de que esperaban su apoyo.

Sin embargo, no fue hasta unos días antes de la reunión anual del Círculo en Sitges, el primer fin de semana de junio, cuando se decidió trabajar en una nota de opinión sobre el pacto fiscal. Entonces los partidos catalanes se sentaban para acercar posiciones, por lo que el Círculo creyó que su silencio podía ser usado para fines partidistas, a la vez que Mas suavizaba su discurso: dejaba de pronosticar el “choque de trenes” y hablaba de “consenso”.

El viernes pasado, los integrantes del máximo órgano del Círculo almorzaron para cerrar un documento definitivo. En ese órgano está el propio Piqué y empresarios y académicos de distintas sensibilidades. Entre ellos, hay Josep Oliu (Banc Sabadell), Artur Carulla (Agroalimen), Jordi Gual (La Caixa), José Manuel Lara (Planeta), Ferran Rodés (Havas), Marc Puig (Puig), Àngel Simon (Agbar) e intelectuales y académicos como Antón Costas, Josep Ramoneda, Joan B. Culla o Alfredo Pastor.

En el ágape se plantearon algunas discrepancias con el documento final. Entre ellas, la conveniencia de señalar que la relación bilateral de Cataluña con España —la base del concierto— no encaja dentro de la Constitución. Pero esa observación no halló apoyos y el documento final contiene esa referencia que ha provocado malestar en el Ejecutivo catalán.

PP y PSC se reúnen para explorar puntos de encuentro sobre el pacto fiscal
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El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs expresó ayer su “respeto absoluto” por el desmarque del Círculo respecto al concierto económico, aunque dio a entender que con este posicionamiento el lobby se distancia de lo que quiere la sociedad catalana. “El Círculo de Economía no está en la línea de lo que han expresado patronales, sindicatos y otras entidades de la sociedad civil”, constató Homs.

Los miembros de la junta consultados coinciden, no obstante, en que la entidad ha reforzado su independencia frente a las Administraciones. “Este documento no gusta ni en Madrid ni en Barcelona, pero nadie nos puede pedir adhesiones inquebrantables”, asegura otro integrante del órgano. Tampoco están de acuerdo que Piqué, exministro del PP, haya actuado guiado por intereses o aspiraciones en Madrid. “Si los tiene, esto no les hace ningún favor”, dicen. Al respecto, Piqué dijo a través de Twitter: “Primero hay que leer lo que se comenta, y luego, no se debe ofender a toda una junta directiva bien plural como la del Círculo”. Fuentes cercanas al exministro explicaron que respondía así al eurodiputado de CiU Ramon Tremosa, que el día antes se preguntó si la posición del Círculo tenía que ver con su condición de presidente de Vueling.

En el frente político siguen las negociaciones para fijar una posición sobre el pacto fiscal. PSC y PP se reunieron ayer en un almuerzo para explorar posibles acuerdos que frenen el concierto económico que pide CiU. Mientras, Artur Mas logró el apoyo a sus tesis del Consejo de Trabajo Económico y Social.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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