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Ópera y tango contra los impagos

Los centros de música piden a Educación el desembolso de las deudas de 2011 tras una reducción del presupuesto de más del 50% desde 2009

La Federación de Centros de Música ha protestado esta mañana por los impagos en la Consejería de Educación.
La Federación de Centros de Música ha protestado esta mañana por los impagos en la Consejería de Educación.CARLES FRANCESC

“La situación es gravísima”. Es lo que repitió insistentemente Lute Fernández, presidente de la Federación de Centros de Música Autorizados y Conservatorios de la Comunidad Valenciana (Fecemac-CV), durante el concierto protesta que la plataforma realizó ayer frente a la Consejería de Educación, en Valencia. Los centros de música se quejaron así contra los recortes de la Generalitat en educación musical y para exigirle a la consejera de Educación, Maria José Catalá, el pago de la subvención de 2011, que asciende a más de dos millones de euros.

Según expuso Fernández, los recortes han supuesto un descenso de un 54%, 55% y un 34% en los presupuestos de 2010, 2011 y este año, respectivamente. Unos porcentajes que afectan a un total de 62 centros, 1.200 trabajadores y más de 9.000 alumnos. “Muchos profesores no cobran desde enero y muchas sociedades temen el cierre”, indicó el presidente. “Estamos poniendo dinero de nuestros bolsillos y subiendo cuotas”, anadió, “lo que supone una situación catastrófica en la cuna de la música y donde está el fenómeno mundial de las sociedad musicales”.

Con un grupo de cámara de la localidad valenciana de Montroi entonando extractos de la ópera Carmen, de Bizet, o el tango Por una cabeza, de Carlos Gardel, el presidente de Fecemac comentó que Catalá aseguró en una reunión mantenida el 2 de abril que les pagaría “antes del verano”. Después de todo ese tiempo y estando “en la cuerda floja, con la posibilidad de cerrar”, Fernández consideró que “una cantidad tan pequeña en comparación con otros eventos” debía ser pagada de forma “inmediata”. El director también redactó una carta para entregarle a la consejera. En ella preguntaba cuándo se harán efectivos los pagos prometidos, cuándo estudiarían la propuesta de financiación hecha desde la plataforma y cuándo se convocará la reunión acordada para enero. “Es que estamos quebrando las ilusiones de mucha gente”, lamentaba.

A la pancarta que decía Sí a la educación musical y a una financiación adecuada y sostenible, sostenida por profesionales de la música, se unieron otras dos más. Una era del colegio público rural Blasco Ibánez, de Montesa (Valencia). La otra de los profesores interinos, que regresaron tras pernoctar en el Prop de Gregorio Gea, en la capital. “Es catastrófico”, resumía Julián Abellán, uno de estos maestros interinos, “y esto no es el final. Estamos peleando por el presente y el futuro de nuestros hijos, que se van a ir quedando paulatinamente sin escuela ni música”.

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