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Bildu hará oídos sordos a la moción de censura contra el diputado Alduntzin

Los alcaldes de la coalición 'abertzale' se reafirman en no financiar la incineradora

Mikel Ormazabal
San Sebastián -
El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, en el centro, reunido ayer con alcaldes de Bildu.
El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, en el centro, reunido ayer con alcaldes de Bildu.JESÚS URIARTE

Los partidos de la oposición en Gipuzkoa, PNV, PSE-EE y PP, podrán celebrar hoy una victoria sobre el Gobierno foral de Bildu tan sonora como estéril. Salvo imprevistos, saldrá aprobada la moción de censura contra el diputado de Medio Ambiente Juan Carlos Alduntzin, algo que no ha ocurrido nunca en esta provincia. La decisión tendrá un gran eco y alcance político, pero de dudosas repercusiones reales. Será un duro varapalo para el gabinete que preside Martin Garitano, aunque este ya se ha encargado de avisar de que la reprobación del diputado no tendrá ningún efecto práctico. Pasado el trance, el verdadero problema de fondo, el conflicto sobre la gestión de los residuos en esta provincia, seguirá sin resolverse.

Alduntzin quedará desposeído de su cartera medioambiental una vez consumada su recusación y publicada la orden de destitución en el Boletín Oficial de Gipuzkoa. Garitano deberá nombrar un sustituto que seguirá el mismo patrón. Ya lo advirtió ayer el mismo Alduntzin: “Cambiarán al mensajero, pero el mensaje no va a cambiar”, dijo ayer en una entrevista radiofónica en Infozazpi. La Diputación no tiene previsto variar su estrategia contra la construcción de la incineradora de Zubieta, el polémico proyecto que defienden los principales grupos de la oposición y recogido en la normativa foral vigente aprobada en la pasada legislatura.

Garitano quiere un acuerdo sin “invadir competencias municipales”

Bildu hará oídos sordos a la presión que están ejerciendo el resto de los partidos para que se cumpla el plan de residuos en vigor. Cinco alcaldes de la coalición abertzale se reunieron ayer en el palacio foral con Garitano y Alduntzin para reafirmarse en sus postulados. Insisten en no poner un euro para financiar la construcción de la polémica planta de combustión. Al término del encuentro, Mertxe Aizpurua, regidora de Usurbil, manifestó en nombre de sus homólogos Eneko Etxeberria (Azpeitia), Mertxe Aizpurua (Usurbil), Ainhoa Zabalo (Lezo), Ibai Iriarte (Tolosa) e Iñaki Agirrezabalaga (Zumaia) que “la mayoría social de los Ayuntamientos guipuzcoanos están en contra de que se construya la incineradora”.

Garitano abogó por “conseguir consensos” entre la mayoría que representan los municipios de Bildu y la que poseen PNV, PSE y PP en la Cámara provincial. En un comunicado, aseguró que la Diputación se compromete a “no invadir las competencias municipales”. El diputado general indicó que las Juntas, competentes para “planificar las infraestructuras”, deben “tener en cuenta lo que dicen” los Ayuntamientos, encargados de gestionarlas.

Bildu está acusando el golpe político de la recusación a Alduntzin Aunque el propio diputado haya tratado de restarle importancia a la moción de censura, la coalición abertzale ha llegado a promover una manifestación, prevista mañana en San Sebastián, contra la iniciativa de la oposición. Como reclamo para acudir a la marcha, distribuyó carteles anunciando la marcha con los rostros de los tres portavoces de estos partidos —Markel Olano (PNV), Rafaela Romero (PSE) y Juan Carlos Cano (PP)—, a quienes acusa de “censurar el reciclaje”.

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La Diputación abrió una ronda de contactos con estos partidos para tratar de desbloquear el conflicto de las basuras, aunque el intento no dio ningún resultado. Bildu, con 22 de los 51 representantes de las Juntas pero con una mayoría amplia en los Ayuntamientos de Gipuzkoa, pretende alterar sustancialmente el actual modelo de gestión de los residuos. Apuesta por extender el puerta a puerta a toda la provincia y sustituir la incineradora por plantas de tratamiento mecánico-biológico y vertederos para depositar la materia no reciclable.

La oposición, por contra, defienden una incineradora para la fracción que no se puede reciclar. El Consorcio de Residuos, que controla Bildu, ordenó una moratoria de seis meses en la ejecución de esta infraestructura que ya ha expirado.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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