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Discapacitados y cuidadores pasan la noche al raso

Trabajadores de un centenar de centros de la provincia de Valencia que atienden a 6.000 personas llevan seis meses sin cobrar

NEUS CABALLER

La atención a los discapacitados no es un barco que compita en la Copa del América. Sus aguas son más bien turbulentas y el barco se hunde dejando a 6.000 usuarios en una situación deplorable y a sus más de 3.000 tripulantes (entre maestros, terapeutas y auxiliares) al borde del naufragio, según denuncian más de un centenar de entidades dedicadas a la atención de los dispacitados de la provincia de Valencia.

"Si antes el aval de la Generalitat significaba algo para poder pedir un crédito ahora no vale nada", dice Vicente, trabajador de un centro de L'Horta Nord. Hacienda no paga a los centros, Bienestar Social calla y el aval del Gobierno valenciano ya no representa ninguna garantía. Lo sabe bien la directora de la cooperativa Tola, de Silla, con más de 30 años de trayectoria, que tuvo que solicitar un crédito de 350.000 euros el año pasado para mantener el centro abierto. "Tuvimos que poner como aval nuestras propias pertenencias", afirma.

Las víctimas directas de esta desamparo institucional son familias como las de Vicenta Tortosa, de Algirós. Su hija Marta, de 28 años, va cada día al taller ocupacional. Cuando le preguntan que ha hecho en la escuela responde: "Yo voy a trabajar". Su respuesta revela su autoestima. Sus padres temen ahora el cierre del taller. "No hay derecho", comenta su madre, "con la labor tan vocacional que desarrollan estos trabajadores". Vicenta está en el paro, su marido de baja laboral con un brazo roto. Si cierran el centro Marta ya "no trabajará".

Lo cierto es que el sector de atención a las personas con discapacidad está al borde del colapso. Los impagos a los centros por parte de la Generalitat están ocasionando graves perjuicios en el funcionamiento de los centros ocupacionales, de día, residencias, viviendas tuteladas, centros de atención temprana o centros especiales de empleo, han denunciado esta noche los trabajadores y usuarios del consorcio de servicios sociales, en una inusual vigilia en la plaza de la Virgen de Valencia donde han decidido pasar la noche al raso. Representantes de una coordinadora que aglutina a un centenar de centros de la provincia de Valencia que atienden a más de 6.000 discapacitados protagonizan la protesta.

"El aval del Gobierno valenciano ya no vale nada", lamenta un trabajador 

“Miles de usuarios y usuarias, sus familiares y cientos de trabajadores y trabajadoras están padeciendo las nefastas políticas sociales del actual equipo de gobierno autonómico”, denuncian fuentes del consorcio, para describir la situación de desamparo y asfixia económica en que se encuentran los centros y los trabajadores.

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“Nos encontramos con trabajadores y trabajadoras con nóminas sin cobrar desde el mes de enero; entidades que no pueden hacer frente a las obligaciones tributarias o las cotizaciones a la Seguridad Social; proveedores que no cobran por los servicios que prestan en los centros (como la limpieza o el servicio de comedor); usuarios y usuarias de centros ocupacionales que no perciben las prestaciones económicas por el trabajo que realizan, actividades suspendidas y así un largo etcétera”.

Desde hace unas semanas, el consorcio ha iniciado una serie de acciones para poner de manifiesto y denunciar de manera pública la situación que estamos padeciendo.

Se están realizando paros y manifestaciones en los centros y en las diferentes localidades en las que los centros están padeciendo graves trastornos ocasionados por los impagos. Asimismo se han realizado concentraciones en la Consejería de Hacienda con registros de entrada exigiendo el pago de las subvenciones pendientes.

“La situación del sector de atención a las personas con discapacidad está atravesando uno de los peores momentos de su historia, se están produciendo una serie de retrocesos que nos retrotraen a los tiempos en los que la atención estaba basada en el asistencialismo debido a la escasez de recursos con los que cuentan los centros. La perspectiva de futuro nos invita al pesimismo más absoluto ya que el abandono por parte de la Generalitat es absoluto. Mientras vemos como se dilapidan miles y miles de euros en pagos de dudosa para nuestra sociedad el sector ve con rabia y desesperación como el dinero no llega a los centros”, confirman Neus Carrasco de CC OO, María Alonso y Vicent Climent.

Los convocantes han decidido decir “basta ya” y salir en defensa de la “dignidad de las personas”, porque según los afectados por los impagos de la Generalitat, “es evidente que para el equipo de Gobierno autonómico actual se trata de un sector marginal y residual del que únicamente se acuerdan en época de elecciones, relegando al más absoluto olvido durante todas las legislatura”.

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