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Un viaje poético por la sensualidad

La socióloga y premio Nacional de Defensa Amparo Tortosa presenta en Valencia el poemario 'Resbalando en el vacío'

Amparo Tortosa Garrigós.
Amparo Tortosa Garrigós.MÒNICA TORRES

Lola Bañón escribe en el epílogo de Resbalando en el vacío, de Amparo Tortosa, que "es un viaje emocional por los orientes más sensuales del sentimiento humano" y que supone "un recorrido inusual e inesperado". Es inesperado porque, como reconoce la autora, lo escribió "de forma oculta" desde hace más de veinte años. Ayer, por fin, lo presentó en Valencia junto al hispanista Ridha Mami y el periodista José Luis Torró.

"Siento inexorablemente que una corriente arrastra mis versos", recita Tortosa en uno de sus poemas. Y es que para ella, una socióloga que ha recorrido una gran cantidad de países como observadora de conflictos, esta recopilación suponía "recrear el exotismo del mundo árabe o las calles de Italia en los que he pasado tanto tiempo", pero también "escribir algo que nos consiga abstraer en estos tiempos tan difíciles". La experiencia -dedicada a su padre, amante de la poesía- ha sido "muy estimulante y un poco arriesgada", según describió. Resbalando en el vacío le ha llevado a evocar paisajes que han impregnado su existencia y a poder "aflorar" lo que le latía al enfrentarse a situaciones de vida "muy duras" que se convertían en "una actividad bonita y de riesgo".

Esta "treintañera", según reza la cubierta del libro, ganó el premio Nacional de Defensa en 2009 y las medallas de la UE por su misión en Irak. Su experiencia en las revoluciones árabes y en diferentes conflictos le ha llevado, según Mami, que escribe el prólogo, a mostrar "madurez poética, sensibilidad y total entrega" a la poesía. "Este poemario tiene tanto de renovador como de ajuste de cuentas", añadió José Luis Torro, "y supone una búsqueda de su propio epicentro. Un grito de 'aquí te espero' lanzado al mundo".

Resbalando en el vacío, que alude a ese miedo al vacío o horror vacui del artista, es un pasaje que transita por esas "aguas de la vida" representadas por "el amor, una vela encendida sobre las corrientes". Por eso, el ondular de los poemas se expande desde la higuera del patio valenciano donde se crió la autora hasta esos pies "de naftalina y seda" que rememora, cómo no, con sensualidad.

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