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Un ‘okupa’ mata a su compañero en Andoain y lo mete en el armario

Víctima y homicida, extranjeros, tenían problemas de convivencia

El País
Imagen del edificio de Andoain en el que tuvo lugar el suceso.
Imagen del edificio de Andoain en el que tuvo lugar el suceso.gorka estrada (efe)

Un joven okupa de 21 años y nacionalidad estadounidense fue detenido el lunes en la localidad guipuzcoana de Andoain como supuesto asesino de su compañero de piso, cuyo cadáver ocultó durante varios días en el interior de un armario, envuelto entre mantas. Según informó ayer el departamento vasco de Interior, el arrestado y la víctima compartían habitación, pero tenían problemas de convivencia. Hace unos días, ambas personas mantuvieron una discusión que desembocó en la muerte violenta, al parecer, tras una agresión en la cabeza con un martillo.

La víctima, un africano de 52 años, era originario de Sierra Leona. Vivía junto al presunto homicida, también de raza negra, en el número 30 de la calle Kaletxiki, un pequeño edificio de tres alturas y estado ruinoso, ubicado cerca del centro de Andoain, a escasos metros de la estación de Renfe y frente a un colegio. Hasta conocerse el suceso, ninguno de los dos había generado sospechas entre los vecinos por su aspecto o quejas debido su comportamiento. Ambos compartían el local okupa junto a otra decena de personas que no habían generado problemas de convivencia.

La Ertzaintza tuvo aviso de lo ocurrido poco antes de la medianoche, cuando un particular alertó de la existencia de un cadáver en el interior de un armario del citado inmueble. Según relataron ayer a Efe algunos testigos, fue un compañero del fallecido quien descubrió el cuerpo y, “muy nervioso”, salió a la calle gritando “policía, policía”. “No hablaba bien castellano, pero entendimos que algo había pasado en la casa”, explicó un hostelero de la zona, quien definió a los protagonistas del suceso como personas tranquilas, que “no se metían con nadie”.

Tras recibir la llamada de aviso, la Ertzaintza se desplazó de inmediato al lugar de los hechos, donde los agentes se percataron de que de una de las habitaciones del primer piso emanaba un olor muy fuerte. No tardaron en comprobar que se trataba del cadáver, que presentaba ya un avanzado estado de descomposición. Acto seguido detuvieron al compañero de habitación como presunto asesino.

A través de un comunicado, el Ayuntamiento guipuzcoano mostró ayer su “repulsa” por un suceso que “no debería de repetirse nunca en ningún lugar”. Además, trasladó su “más sincero pésame” y “solidaridad” a los familiares y amigos de la víctima. El edificio en el que se registraron los hechos está pendiente de su demolición para construir una veintena de nuevas viviendas y plazas de garaje.

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