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crítica | jazz

Cuestión de ‘share’

Sorprendentemente, hubo quien eligió acercarse a los jardines del Museo del Traje para escuchar a Chema Saiz.

El share, ya saben, esa cosa que sirve para saber que 2 de cada 3 españoles vieron el España-Francia. ¿A quién se le ocurre programar un concierto de jazz a la misma hora que el Partido del Siglo de la semana, con un share próximo al 80%?. O La Roja o el jazz. Sorprendentemente, hubo quien eligió acercarse a los jardines del Museo del Traje para escuchar a Chema Saiz. Pocos, pero aguerridos. Por suerte, en el festival Complujazz no hay share que valga ni otra pantalla que la del iPhone, que algún aficionado consultaba disimuladamente: “Cesc ha fallado una ocasión clarísima”, “pues vaya”. Para quienes no le conozcan, Saiz es el tipo al que un día, estando aburrido, se le ocurrió que “Mi carro” podía ser un standard de jazz. Un genio, a su modo. Ahora, al guitarrista alcalaíno se le ha ocurrido juntarse con Santos Moreno, miembro de los Hobbies y sin la menor relación con el jazz. Moreno canta “Bésame mucho” y “La última noche que pasé contigo” como se supone que lo debe hacer un cantante pop, y Saiz parece divertirse pensando en la cara que van a poner los críticos ante semejante atentado a los principios fundamentales del jazz. La noche iba de cantantes: tras el roquero Santos Moreno vino el flamenco Israel Fernández, y un pianista de raza: Pedro Ojesto. Su “Flamenco Jazz Company” viene rodando los escenarios desde hace un tiempo. Siempre es un placer escucharlos.

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