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Sobrecostes de ocho millones en los cimientos del nuevo hospital de Vigo

Los arquitectos achacan el desfase a que el Sergas no facilitó el estudio geotécnico

Movimiento de tierras para la cimentación de nuevo hospital de Vigo, en septiembre pasado. / LALO R. VILLAR
Movimiento de tierras para la cimentación de nuevo hospital de Vigo, en septiembre pasado. / LALO R. VILLAR

La construcción del nuevo hospital de Vigo registra unos sobrecostes de 7.991.642 euros ya en la cimentación, según los autores del proyecto ejecutivo, que atribuyen tales sobrecostes a las soluciones que han tenido que improvisar en la obra ante la falta del estudio geotécnico del solar. Este estudio debió facilitarlo el Sergas como promotor de la obra, de acuerdo con el pliego de condiciones del concurso, y así se hizo, según aseguran fuentes del servicio galego. “El estudio geotécnico fue puesto a disposición de la UTE concesionaria”, insistieron las mismas fuentes, que a su vez desdeñaron que el proyecto ejecutivo del hospital incluya el capítulo de sobrecostes porque “el contrato de concesión es a riesgo y ventura del adjudicatario y no admite sobrecostes”.

Los autores del proyecto de ejecución del hospital, los arquitectos Luis Vidal y sus colaboradores Jacobo Rodríguez-Losada y Vicente Fernández-Couto, afirman que el estudio geotécnico no existía cuando se convocó la licitación, en mayo de 2010, ni cuando se adjudicó la obra en diciembre siguiente —a la UTE formada por Acciona, Puentes y Calzadas, Altair Ingeniería, Concessia y Obras Caminos y Alfaltos— ni a la firma del contrato con la sociedad concesionaria, en febrero de 2011.

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“Durante la ejecución de las obras, las condiciones reales del terreno y la geotecnia han obligado a definir un proyecto de ejecución con diferentes soluciones a las previstas y desarrolladas a partir del proyecto básico para poder adaptarse a los nuevos condicionantes”, señalan los autores del proyecto. Como consecuencia, añaden, “se está generando un perjuicio por sobrecostes en la construcción —los citados ocho millones, que detallan—, así como un retraso en el plazo final de la obra”, que no concretan.

El proyecto ejecutivo presupuesta la cimentación del nuevo hospital en 13.830.379 euros, sin IVA, y el total de sobrecostes, igualmente sin IVA, en 6.772.578 euros, es decir, un 49% más, que alcanza los casi ocho millones al aplicarle el impuesto. Estos sobrecostes se producen, según los redactores del proyecto, al empezar la obra en septiembre y descubrir que la “cimentación profunda” planteada en el proyecto básico era insuficiente y que había que aumentarla por causa del “desconocimiento de las condiciones geotécnicas del terreno, lo que no solo incrementa el pilotaje, sino que ha obligado a la ejecución de zonas con cimentación escalonada por el elevado riesgo de socavamiento entre alineaciones de apoyos adyacentes, consecuencia de las condiciones de estabilidad de los taludes en la excavación y la heterogeneidad presentada en algunos suelos”. Es un primer pico de 597.670 euros.

El documento está incluido en el proyecto de ejecución de la obra
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El siguiente fue la construcción de un vial previsto en el proyecto básico sobre un relleno de tierras y que no se ha podido construir “debido a las afecciones que este relleno provoca en la cimentación de la alineación de la fachada del edificio”. Se optó por ejecutarlo sobre una cimentación pilotada mixta, lo que también “afecta al balance de tierras en la parcela y a la solución estética de esta fachada”: otros 810.289 euros más.

Para salvar los grandes desniveles de cota —más de 17,5 metros—, la solución propuesta en el proyecto básico resultó inviable, dicen los arquitectos, y, de nuevo, “dada la inexistencia de información y las particularidades de estas soluciones y del propio terreno, ha sido necesaria la realización de numerosos estudios, ensayos, pruebas, controles e informes”, que en total añaden 2.707.805 euros al presupuesto. Es la partida más alta de los sobrecostes. Otros se justifican en el cambio de forjados sanitarios, en el excedente de tierras generado por las nuevas soluciones y que ha tenido que transportares a vertedero, fuera de la parcela, en el desvío del cauce del río Barxa, ejecutado de manera que “nada tiene que ver con lo previsto inicialmente”; en la instalación de fibra óptica, “desconocida hasta el momento de solicitar el traslado de la línea de gas que atraviesa la parcela”; en una protección de taludes asimismo imprevista y en la canalización de manantiales desconocidos.

El documento, en una ceremonia de confusión, está incorporado a la memoria del proyecto de ejecución de la obra, que el Sergas ha dado a conocer sin expurgarlo.

Mermas sustantivas de Edificación

El proyecto básico del nuevo hospital de Vigo sumaba 172.000 metros cuadrados de edificación. La superposición de sus planos con los del proyecto ejecutivo en marcha desvela, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, reducciones del edificio principal (7.100 metros del bloque quirúrgico y 22.500 más del ambulatorio), la supresión de edificios anexos (hospital de pacientes, guardería, cuidados mínimos, rehabilitación, docencia e investigación), que suman otros 23.381 metros y, por último, 16.000 metros más del aparcamiento. En total, 68.981 metros cuadrados menos.

Esa reducción espacial se ajusta, según la misma fuente, con una merma en las dotaciones, tanto quirúrgicas (ocho quirófanos menos) como de consultas y puestos de observación y exploración en urgencias, que merman un 40%, aunque en el cómputo total el número de camas se mantiene e incluso aumenta un 22% gracias a reducir un 75% las habitaciones individuales de hospitalización (en el proyecto básico 224 y en el de ejecución 56), que pasan a ser dobles, y en un 46% las de fuera de hospitalización, así como a aumentar un 89% el número de sillones. Por lo demás, a estas alturas se ignora si el nuevo hospital acogera el laboratorio previso o este se instalará, previas obras, en el Meixoeiro.

El Sergas desmiente que existan mermas en la edificación. El BNG, no obstante, ha presentado una interpelación parlamentaria a la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, para que lo explique, ya que, de confirmarse, sumarían un ahorro para la constructora de unos 70 millones de euros que deberían obligar a revisar el precio de adjudicación.

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