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Arde Lucus se hace mayor

La fiesta romana de Lugo sigue creciendo con nuevas atracciones después de 11 años El Ayuntamiento aspira a llegar al medio millón de visitantes

Un grupo de lucenses vestidos de romano en la primera sesión, ayer, del Arde Lucus.
Un grupo de lucenses vestidos de romano en la primera sesión, ayer, del Arde Lucus.XOSÉ MARRA

“Vamos a hacer un asado con un porco celta de 200 kilos, que dentro llevará un ternero cacheno de cien kilos, un cordero de raza gallega de unos 17 kilos, un gallo de Mos, una perdiz y una codorniz”, describe el coordinador de Asoporcel, la Asociación de Productores de Porco Celta, José Antonio Carril. El veterinario no descarta llevar esta iniciativa, en la que colabora la federación de asociaciones de razas autóctonas en peligro de extinción, al premio Guinness. “Es la primera vez que se hace algo así”, comenta. Lugo estrena el domingo asado celta en el Arde Lucus.

“Vecinos y vecinas, romanos, castrexos, y gentes de bien llegadas de cualquier lugar de la Gallaecia y del resto de Hispania, sabed que Lucus Agusti está preparada para que gocéis de la mejor fiesta del Imperio”, saluda en el programa el alcalde Xosé López Orozco, que este fin de semana se vestirá una vez más de patricio romano. Más de 150 actividades, 40 de ellas nuevas, un macelum o mercado, un circo, gladiadores, un senado, un castro, campamentos romanos, tabernae con menús de hace dos mil años, todo ello intramuros, conforman el programa de esta iniciativa que veía la luz hace 11 años, uno después de que la Unesco declarase la muralla Patrimonio de la Humanidad.

Fue en 2001 cuando a la hoy concejala de Benestar Social, Xuventude e Igualdade, Carmen Basadre, se le ocurrió la idea. “Nos pusimos a pensar qué hacer, porque no había más que el San Froilán y nos apetecía que la ciudad no se quedase tan muerta en verano”. La madre del Arde Lucus se lo comentó al concejal de Deportes, José Manuel Díaz Grandío, que la disuadió de la primera idea de hacer una feria medieval y apostar por “una romana”.

El alcalde no es el único que se viste de romano o castrexo. “Me atrevería a decir que más del 70% de la población de Lugo tiene una prenda básica en su armario, un vestido para el Arde Lucus, de castrexo o romano”, recalca la edil. Visto así, 70.000 vecinos de los más de 90.000 contarían con una prenda para recrear ese pasado romano, en una fiesta que puede reunir cerca de medio millón de personas. “La pasada edición llegamos a los 450.000 visitantes”, recuerda Basadre, que aspira a mejorar el récord hasta los 500.000. Su optimismo choca con las previsiones de la ocupación hotelera: “Son más bajas que las de 2011”, advierte Jacobo García Bobadilla, secretario de la Asociación Provincial de Hostelería.

“Más del 70% de la población tiene ropa para estos días”, dice la edil Carmen Basadre

Para ayer se esperaba una ocupación del 60%, que se incrementa hoy hasta el 85%. Bobadilla recuerda que los porcentajes del pasado año fueron del 75% y del 98% estos mismos días. El empresario reconoce que el Arde Lucus de este año tiene “duros” competidores: Monterroso, Sarria y, sobre todo, A Coruña, que celebran el San Xoán. La crisis, como no, también hace “mella” en la fiesta romana. El presupuesto para este año se ha visto reducido en 35.000 euros, hasta los 174.000 que se destinan al Arde Lucus.

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Un traje de romano puede superar los 400 euros estos días. Y esto lo sabe bien Eduardo Fernández Abel, de la asociación cultural Cohors III. Este es el primer colectivo que nació en torno a la fiesta romana. Cinco años han pasado desde que casi 70 lucenses la fundaron. Hoy monta su propio campamento, enfrente de la casa consistorial. “Este año estrenamos una catapulta, además tenemos un escorpión, un ariete y un conobate, que era como se nivelaban las carreteras del imperio”, ilustra Fernández Abel.

“El Arde Lucus está plenamente consolidado. Ya es fiesta de interés turístico gallego, y ahora vamos a ver si logramos que sea declarada de interés nacional”, dice Basadre, que ayer, acompañada de romanos y castrexos, abría los festejos a las cinco de la tarde desde el Ayuntamiento. Tanto la casa consistorial como el pazo de San Marcos, sede de la Diputación, lucen estandartes romanos, con los colores rojo y blanco y leyendas sobre Lucus Agusti.

Esos colores se fundirán este fin de semana con los del Club Deportivo Lugo. El domingo, cuando acabe de arder Lugo, puede prender la mecha del ansiado ascenso a Segunda División A, en el enfrentamiento de los rojiblancos con el Cádiz, en la ciudad andaluza y con clara ventaja de los lucenses, que se impusieron en el Ángel Carro por tres a uno. A la hora del partido, los lucenses estarán digiriendo del asado celta. El cerdo relleno dará más de mil raciones que se podrán saborear después de 15 horas a fuego lento en la Praza do Seminario.

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