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La subida de las guarderías de la red de Benestar alcanza el 70%

La consellería carga en las rentas medias la tarifa que no actualizó desde 2002

La subida que Traballo e Benestar anunció para el curso que viene alcanza hasta un 70,45% para casos de las familias con renta media cuyas circunstancias familiares entran en los baremos exigidos para optar a una guardería pública. Un portavoz del propio departamento de Beatriz Mato reconoce que el coste mensual de una plaza pública se equipara con este incremento al de la guardería privada “dependiendo de la localidad de la que se trate”. La consellería anunció en enero que la media de las subidas que se aplicarían por decreto a partir de septiembre sería del 19,2%, pero este mes los padres han recibido las notificaciones para la confirmación de la plaza y con ellas, para algunos, llegó la sorpresa.

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La consellería se defiende asegurando que el porcentaje de subida se aplica de forma “solidaria”, es decir, es cero para las familias en peores circunstancias, aumenta progresivamente a continuación (con tarifas de 16,50, 49,50, 91, 141, 176 y 199 euros por jornada completa) y sobre todo grava (230 euros) las rentas más altas entre las que pueden optar a plaza pública. Por ejemplo, para una familia de dos progenitores y un hijo que sume en conjunto los 3.196 euros de renta, media jornada (donde más se va a apreciar la subida) de cuatro horas de guardería que este curso costaba 88 euros se transformará el 1 de septiembre en 150. La tarifa incluye la papilla del mediodía, o mejor dicho, las aproximadamente 20 papillas que puede tomar un bebé en los días lectivos a lo largo del mes. Ahí es donde la consellería cargó más el incremento: a ese niño, le costarán 70 euros, sin opción a llevársela de casa (cuando sí está obligado a llevar todo lo que compone su aseo). La mayoría de los trabajadores con hijos, además, no pueden evitar esa hora. En las guarderías públicas se come en torno a las 12.

La decisión de subir las tasas de golpe, que las familias pueden considerar injusta, es justificada por la Xunta de dos maneras. En primer lugar, la consellería afirma que cada niño, sobre todo por el gasto en personal, le cuesta 600 euros. Y en segundo, culpa a los anteriores gestores, que no aplicaron ninguna subida conforme el IPC desde 2002. Antes de esta revisión, para el mismo grupo de familias de renta media (las más castigadas hoy, también, por los impuestos), una jornada completa con comedor costaba 143 euros, siete menos de lo que costará en adelante dejar al bebé cuatro horas. Como las papillas son lo que más sube, desde septiembre, proporcionalmente en la jornada completa se notará menos el encarecimiento que en la media: de 143 euros se pasará a pagar 230 (un 60,9% más).

Mientras tanto, en los últimos meses los trabajadores de los centros llevaron a cabo protestas contra los constantes recortes. El curso que viene, ya no habrá ni pomada para los roces del pañal, avisaron a los padres.

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