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El nuevo PSPV de Alicante arranca con un imputado

Cerdán crea una macroejecutiva tras el pulso Puig-Pajín

Ximo Puig, ayer, en el congreso provincial del PSPV de Alicante.
Ximo Puig, ayer, en el congreso provincial del PSPV de Alicante.

“Tolerancia cero ante la corrupción”. La sentencia la efectuó al filo de las 11 de la mañana de ayer el secretario general del PSPV, Ximo Puig, minutos antes del arranque del segundo congreso provincial de los socialistas alicantinos. Diez horas más tarde, los delegados asistentes al cónclave respaldaban la propuesta del flamante y joven secretario provincial, David Cerdán, con la presencia del exportavoz de la Diputación, Antonio Amorós, en calidad de secretario de coordinación provincial de política municipal. El histórico político ilicitano está imputado en la pieza del caso Brugal que investiga un supuesto soborno por la contrata de basura del Plan Zonal de La Vega Baja.

A Puig, que en su comparencia ante los periodistas puso en duda la veracidad de la imputación que afecta a Amorós, en cambio, no le tembló el pulso a la hora de exigir al PP que retire de las Cortes Valencianas a sus diputados autonómicos imputados. “Fabra tiene que disolver el conocido como tercer grupo parlamentario de las Cortes, integrado por sus diputados imputados”, dijo. “Es necesario regenerar la democracia para recuperar la confianza de los ciudadanos”.

El resultado del cónclave provincial socialista fue la consecuencia de las tensiones entre los seguidores del líder de los socialistas valencianos y la número dos del PSPV y exministra de Sanidad, Leire Pajín. Al acuerdo final de los dos sectores, que se resolvió con una acumulación de gente en la ejecutiva, sin dilucidar una hegemonía clara, se sumaron otras familias del partido, como los afines a Francesc Romeu y parte de quienes apoyaron al exsecretario general Jorge Alarte.

La candidatura de Cerdán a la secretaría general provincial obtuvo el respaldo del 83,7% de los votos de los delegados (186 sufragios a favor y 36 en blanco). Votaron 222 de los 234 con derecho a hacerlo. La lista de la ejecutiva provincial cosechó 50 votos menos.

La ejecutiva recibe 50

De 167 delegados que votaron (hubo una importante deserción), 136 lo hicieron a favor, 21 en blanco y se registraron 10 votos nulos.

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El intento de integración, para conseguir evitar una lista alternativa, llevó a Cerdán a confeccionar una macroejecutiva de 59 miembros. La anterior y primera dirección provincial del PSPV de Alicante, que hasta ayer lideró Ana Barceló, tenía 37 miembros.

El núcleo duro de la nueva dirección provincial, es decir, los 10 miembros de la comisión permanente, refleja un reparto entre los afines a Pajín y Puig. Hay tres miembros claramente identificados con la exministra, a saber, el propio Cerdán, Elena Martín, portavoz del Grupo Municipal de Alicante, y Toñi Francés, secretaria de Igualdad.

Mientras, el vicesecretario general, Herick Campos, la presidenta, Julia Menargues, y el secretario de Coordinación de Comarcas, Manuel Marín, se alinean con el bando de Puig. El secretario de organización, Esteban Vallejo, y la presidenta de Honor, Juana Serna, se mantienen equidistantes, aunque más próximos al sector de Pajín.

Los otros dos miembros son Elena García, secretaria de comunicación, del bando de Romeu, y Toni Francés, alcalde de Alcoi, secretario de asuntos económicos, del grupo de los antiguos seguidores de Alarte.

Esta amplia ejecutiva ha servido incluso para dar entrada al exsenador Ángel Franco, como secretario de relaciones políticas. Franco también logró su propósito de situar en la presidencia a Julia Menargues, a cambio de que Serna fuera designada presidenta de honor.

El nuevo líder de los socialista alicantinos ha labrado su corta pero intensa carrera política a la sombra de la exministra Pajín y de Amorós.

En su alocución a los delegados, Cerdán, edil de Aspe y portavoz adjunto del PSPV en la Diputación, instó a los socialistas a enterrar vicios del pasado, “que nos han llevado a ganar muchos congresos, pero, tristemente, también hemos perdido muchas elecciones”.

Alartistas a la expectativa

David Cerdán accedió ayer a la secretaría general provincial del PSPV de Alicante sin lista alternativa. El acceso de este joven militante socialista a la cúpula del poder de los socialistas alicantinos, no obstante, ha sido fruto de un pacto complicado entre los dos sectores hegemónicos en la ejecutiva nacional, los seguidores del secretario general, Ximo Puig, y de la número dos, Leire Pajín.

El resto de sectores de los socialistas alicantinos, sobre todos los antiguos alartistas, aglutinados en torno a los alcaldes de Alcoi, Toni Francés; de Xixona, Ferrán Verdú, y de L'Alfàs del Pi, Vicent Arqués, se han desmarcado del proceso negociador y se han mantenido a la espera del resultado final de la negociación entre los dos grandes bloques. A la vista del pacto final entre Pajín y Puig optaron por no presentar lista alternativa e integrarse en la nueva ejecutiva de Cerdán.

Cerdán se ha rodeado de una macroejecutiva para dar respuesta al interés órganico del partido que, a priori, responde poco al principio que, en palabras del propio líder del PSPV, debía inspirarla: “Una herramienta útil para la sociedad”. Ni los propios delegados parecían confiar en la operatividad de la nueva ejecutiva, a tenor de la espantada a la hora de votarla.

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