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Sorozabal con acento andaluz

El Teatro Arriaga estrena 'Entre Sevilla y Triana', olvidada desde hace más de 50 años

Una escena del ensayo de la zarzuela 'Entre Sevilla y Triana' en el Arriaga, con el actor Ángel Garó al fondo.
Una escena del ensayo de la zarzuela 'Entre Sevilla y Triana' en el Arriaga, con el actor Ángel Garó al fondo.SANTOS CIRILO

La zarzuela Entre Sevilla y Triana, de Pablo Sorozabal (San Sebastián, 1897-Madrid, 1988) ha pasado más de medio siglo olvidada. Se estrenó en 1950, pero cuatro años más tarde dejó de representarse. La partitura original se creía perdida, pero rebuscando en los archivos de la Sociedad General de Autores (SGAE) el músico Manuel Coves la encontró, con las anotaciones manuscritas del autor. El trabajo de Coves sobre la música y del director de escena Curro Carreres sobre el libreto ha devuelto la zarzuela a los escenarios en una versión que se estrenará el próximo 23 de junio en el Teatro Arriaga, coproducida por la Maestranza de Sevilla y los Teatros del Canal, de Madrid.

Carreres cree que Entre Sevilla y Triana fue condenada al ostracismo por la temática que aborda. La protagonista es Reyes,  una mujer joven, madre soltera que se ve obligada ocultar su maternidad y dejar a su niño al cuidado de unos vecinos, pero sigue defendiendo su maternidad y el amor por el padre de su hijo. Era un personaje femenino que desbordaba la estrecha moral de la España de los años 50 y Entre Sevilla y Triana acabó en un cajón sin acercarse ni de lejos al reconocimiento de otras zarzuelas de Sorozabal como Katiuska o La tabernera del puerto. “Es una comedia de situación que no llega a melodrama porque los personajes mantienen el sentido del humor hasta en las peores situaciones”, dice el director de escena. Aligerado el libreto, Carreres defiende que el resultado es un sainete que se acerca a la comedia musical y se renueva con la presencia de un cantaor flamenco.

"Es un sainete que se acerca a la comedia musical", dice el director

El título Entre Sevillla y Triana obliga a contar en la escenografía con la vista de la Torre del Oro la Giralda y evoca el río Guadalquivir que las separa. “La ciudad de Sevilla es un personaje más de la obra”, explica Carreres. El montaje mantiene la ambientación de la época del estreno y el tipismo de los personajes. “Sorozabal era un hombre de teatro y sabía que una zarzuela de Sevilla tenía que tener sus personajes típicos, con su acento sevillano, su humor y sus sentencias”. Esos personajes están en manos de la soprano Carmen Solís, la mezzosoprano María José Suárez y el tenor Andeka Gorrotxategi, en los principales papeles. El reparto cuenta, entre otros,  con los actores Gurutze Beitia y Ángel Garó, que también cantan en la función.

Entre Sevilla y Triana es la segunda incursión de Garó en la zarzuela, pero la primera en la que canta y baila flamenco. Nacido en la provincia de Cádiz, Garó defiende que el montaje muestra “una Sevilla real”. La carrera de la actriz Gurutze Beitia ha habido papeles de cubanas, argentinas y mexicanas, con sus correspondientes acentos. Por vez primera interpreta bajo la dirección de Carreres a una andaluza, y ha tenido que preparar a fondo el gracejo andaluz, la parte más dura del personaje que también requiere que cante en las primeras escenas de la zarzuela. En un descanso del ensayo Beitia salta de su habla de vasca a la sevillana que acaba de estrenar, confiando en que “el arte” le permita superar la prueba de fuego cuando la obra se represente en La Maestranza.

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