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La red Acoge está en jaque debido a los impagos del Consell

Concentración Alicante ante la amenaza de desaparición de esta entidad

Alicante -
Concentración de apoyo a Alicante Acoge ante la sede del Consell, ayer en Alicante.
Concentración de apoyo a Alicante Acoge ante la sede del Consell, ayer en Alicante.PEPE OLIVARES

Alicante Acoge gestiona dos pisos en la ciudad donde viven once personas, seis de las cuales son menores de edad y siete han sido derivadas por el Ayuntamiento de Alicante. Todos ellos son inmigrantes de escasos recursos económicos. Pero la semana próxima, este y otros servicios que presta la entidad pueden dejarse de prestar ante la asfixia que sufre la organización debido a los impagos del Consell. “Tenemos viabilidad económica y financiera, pero estamos ahorcados en tesorería”, resumía ayer el coordinador de Alicante Acoge, Jorge Junco. El motivo: 109.000 euros que el Consell debe de todo el ejercicio 2011 y de lo que llevamos de este año de proyectos conjuntos. No es un caso único en la Comunidad Valenciana. Con más o menos apuro pero en peligro están también Elche Acoge, Vega Baja Acoge y Valencia Acoge.

Casas de acogida, atención directa, servicios de mediación, asesoría jurídica o formación son servicios que estas organizaciones prestan desde hace varias décadas. Muchos de estos servicios se mantienen ahora por el voluntarismo y la solidaridad privada, tras fallar el apoyo económico público. Sin ellos, miles de personas se quedarían sin ningún apoyo.

La situación de Alicante Acoge es la más apurada e inaplazable. Por eso ayer varios centenares de personas secundaron a las 20.00 una concentración ante la sede del Consell en la Casa de las Brujas para protestar contra una situación que aboca a esta organización a poner fin a 21 años de trabajo. A la concentración asistieron representantes de la sociedad civil, de CC OO y UGT, del PSPV-PSOE y EU o del 15-M. La concentración estaba presidida por varias pancartas en las que se podía leer "Así prima Blasco a los nuevos alicantinos?”, “Nos obligan a cerrar”, “El Consell debe 109.000 euros”, “Cerramos pisos de acogida por mansiones en Miami” o “6.000 inmigrantes se quedarán sin atención”. En los discursos intervino un representante de la Asociación de Senegaleses, que destacó la importancia de la entidad para muchos inmigrantes, y el coordinador de Alicante Acoge, que expresó la indignación del colectivo. “El tejido social se está destruyendo, muchas personas están en el umbral de la pobreza y otras ya han caído en esa desgracia”, advirtió. “Primero seremos nosotros, luego serán otros y así hasta que nos toque a todos”, advirtió.

Alicante Acoge tiene seis trabajadores, a los que no puede pagar desde hace tres meses. Su deuda con Iberdrola y con Aguas de Alicante les está superando, relata Junco. La situación es, en resumidas cuentas, límite. Y las aportaciones de los socios y de los voluntarios, pocos, no solo no alcanzan sino que han bajado debido a la crisis.

La solidaridad de trabajadores y voluntarios mantiene la red

“Estamos bastante apretados”, explica por su parte el presidente de Vega Baja Acoge, Antonio Alfonso Sánchez. La organización, que funciona desde 1993, también sufre los impagos del Consell. Le deben 40.000 euros de proyectos realizados conjuntamente durante 2011 y el actual.

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Sánchez explica que su situación no es tan acuciante porque “de momento” todavía reciben ayudas del Ayuntamiento de Orihuela y del Gobierno, aunque la previsión es que este último rebaje los fondos. Vega Baja Acoge también cuenta con seis trabajadores. “Cruzamos los dedos”, explica su presidente cuando habla de futuro. La entidad no sufre “riesgo inminente” de desaparecer pero el camino de cerrar está trazado si no llega el dinero adeudado. “Este año lo terminamos pero en octubre hay que hacer la programación del año siguiente y depende de lo que se nos diga...”, explica su presidente.

En Elche Acoge llegaron a trabajar 18 personas hace tres años. Los recortes (de las Administraciones pero también de las cajas de ahorros) han reducido la cifra a ocho y no cobran desde hace cuatro meses. Esta organización atiende al año a unas 5.500 personas y presta servicios en Dolores, Crevillent y Santa Pola. Colaboran bastante también con colegios e institutos principalmente, agrega Trini Urbán, coordinadora de Elche Acoge.

“Trabajas sin cobrar como apuesta personal por no dejar de prestar el servicio y con la suerte y el apoyo de muchos voluntarios. El plazo es hasta que podamos aguantar los trabajadores”, agrega Urbán. El Consell debe 93.000 euros a Elche Acoge, lo que supone el 40% de su presupuesto. “El esfuerzo lo están haciendo los trabajadores, los voluntarios y el patronato de la entidad, que está aportando dinero para los gastos corrientes”, apostilla.

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