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Fabra justifica los recortes: “No hay margen para hacer otra cosa”

La oposición cree que existen otras alternativas a un plan difícil de cumplir

Antonio Torres en las Cortes.
Antonio Torres en las Cortes.CARLES FRANCESC

El debate parlamentario sobre el plan de reequilibrio financiero constató ayer que el PP y la oposición mantienen posiciones irreconciliables sobre cómo salir de la crisis. Lo que para el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, viene obligado por la recesión, para la oposición es la aplicación de un programa oculto, muy ideologizado, que se justifica por la situación económica.

Fabra justificó los recortes aplicados por el Consell y el Gobierno de Mariano Rajoy porque “no hay margen para hacer otra cosa”. “Es por necesidad y el compromiso es no gastar más de lo que podamos ingresar”, indicó el jefe del Consell, que argumentó que el plan de reequilibrio financiero —que supone un ajuste de 2.260 millones de euros— se ha realizado “con mucha sensibilidad”.

Para ilustrar esa sensibilidad, Fabra aseguró que se ha repartido el coste del ajuste entre la reducción del gasto y el aumento de los ingresos y explicó que entre las medidas adoptadas se incluye un plan extraordinario de arrendamiento de viviendas públicas para personas que hayan sido desahuciadas de su residencia habitual. Una media que ya anunció meses atrás la consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig.

Durante su exposición, el presidente de la Generalitat insistió en que cumplirán este año con el objetivo de déficit del 1,5% de PIB fijado por el Gobierno central. Para ello, explicó Fabra, tienen previsto incrementar los ingresos en un 8,5% hasta los 1.116 millones, mientras que en el capítulo de gastos se recortarán 1.143 millones, entre otras cuestiones por el descenso del 5,3% del capítulo de personal.

Fabra sostuvo que, pese a los recortes y privatizaciones, el nuevo modelo sanitario seguirá garantizando a los ciudadanos una atención médica “pública, gratuita, equitativa y universal” de la misma forma que las nuevas medidas educativas, entre las que figuran el aumento del número de alumnos por aula o la subida de las tasas universitarias, “en ningún caso afectarán a la calidad” del sistema. Aunque Fabra reconoció que contratar a nuevos profesores es “un lujo” que la Generalitat ya no puede permitirse.

La visión de Fabra contrastó con la de la oposición, muy crítica con el plan de reequilibrio financiero.

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El portavoz socialista, Antonio Torres, criticó que el plan de ajustes se hubiese presentado “a destiempo” en las Cortes Valencianas y lamentó que el presidente del Consell hubiese “preferido actuar en solitario, marginando a la oposición”. “Ha perdido la legitimidad de la calle y de estas Cortes”, prosiguió Torres, “por eso ha hecho un mal plan”.

“Su plan de reequilibrio es un fraude, persigue una voladura controlada de nuestros sistemas de sanidad y educación”, sentenció el portavoz socialista, que aseguró que los valencianos no le habían dado permiso al PP para las medidas aprobadas. “Han sobrepasado con este plan los límites de lo tolerable”, sentenció el portavoz del PSPV.

Torres arguyó que la situación de la Comunidad Valenciana es consecuencia de 17 años de gobierno del PP, del endeudamiento y la corrupción. “No sé qué hace todavía el señor Blasco detrás de usted como portavoz”, apuntó el parlamentario socialista.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, fue más duro al poner en duda que el Consell pueda cumplir con el objetivo de déficit fijado. “Con nosotros no cuente”, sentenció Morera, que reprochó al presidente de la Generalitat que siga utilizando eufemismos cuando se ha producido “un rescate como la copa de un pino”.

Durante su intervención, Morera puso en duda que la deuda generada por los Gobiernos del PP haya sido productiva —“hay más de 13.000 millones que no lo han sido”— e insistió en la necesidad de que se realice una auditoría pública de las cuentas de la Generalitat. “Usted huye de la realidad y que es un mandado de los mercados y de una política fracasada”.

Por su parte, la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, cuestionó la política de ajustes porque no dan el resultado esperado. “La intervención no se ha evitado”, sentenció Sanz, que denunció el recorte de derechos sociales y criticó a la Generalitat por esconder las facturas en el cajón y luego incluirlas en el plan de reequilibrio para presumir de transparencia.

“Si los recortes no generan renta, generarán pobreza”, advirtió Sanz, que también se refirió a las tramas de corrupción que han anidado en la Administración valenciana. “Nos están llevando a la crisis griega, al drama social”, insistió Sanz.

Por su parte, el popular Rafael Maluenda, abundó en las tesis de Fabra y recordó que “es el primer presidente autonómico que comparece a explicar el plan”.

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