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Educación abre el protocolo contra el acoso escolar por el caso de Legazpi

Un inspector se ha reunido con el director y varios profesores del Instituto donde estudiaba el joven herido

El Departamento de Educación ha activado el protocolo contra el acoso escolar por si D. A., el joven de 14 años que el viernes resultó herido grave en Legazpi, hubiera podido sufrir algún tipo de abuso por parte de sus compañeros de instituto. El chaval, al que supuestamente dos alumnos de su mismo centro manipularon su bici, se precipitó por una pronunciada pendiente sobre las 15.00 del viernes, y al no poder frenar se chocó contra la pared de un antiguo frontón de la localidad.

Un inspector de Educación trabaja desde el fin de semana en el caso, y hasta ayer ya se había entrevistado con el director del Instituto Olazábal y varios de los profesores del centro. Desde el Departamento insistieron en que la investigación “sigue abierta”, sin que todavía se haya podido llegar a ninguna conclusión y recuerdan que el 50% de los procedimientos abiertos se cierran porque los hechos estudiados “no tienen ningún tipo de relación con el acoso escolar. Son hechos puntuales, riñas o peleas”.

Educación actúa en estos casos de oficio, de forma paralela a cualquier investigación abierta por instancias judiciales o policiales, explicaron fuentes del Departamento a este periódico. La consejería intenta determinar ahora si el episodio, que sucedió fuera del centro en el que los tres jóvenes implicados en el suceso estudian, “puede haber estado precedido por otros episodios dentro del propio Instituto”. La consejería también confirmó que “nunca se había recibido una denuncia por este caso, ni del director, los profesores, padres o alumnos del centro”.

Actitud de la fiscalía

La Fiscalía de Gipuzkoa investiga también qué pudo motivar a los dos compañeros de D. A. a, supuestamente, cortar los frenos de su bici. Si el acto constituye una gamberrada o si por el contrario tenía otra intencionalidad.

Tampoco ha trascendido si el joven herido era consciente del estado en el que se encontraba su bicicleta o sí, aún siéndolo, los otros dos chavales le obligaron a descender por la cuesta Muru, una pendiente que desemboca en el barrio de San Martín. Los dos jóvenes podrían ser autores de un delito de lesiones.

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D. A. se encuentra interno en el Hospital Donostia desde el pasado viernes, donde fue traslado de urgencia con fuertes golpes en la cabeza y las manos.

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