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Cuando la política no da para comer

Ediles de Los Barrios se plantean regresar al mercado privado ante el impago de sus nóminas

Miguel Alconchel, concejal andalucista de Los Barrios.
Miguel Alconchel, concejal andalucista de Los Barrios.A. CARRASCO

Hasta que se inició la crisis, allá por el año 2007, trabajar en la Administración —y en concreto en algunos Ayuntamientos— había sido un chollo para muchas personas que comparaban la seguridad, las garantías y, sobre todo, los sueldos con los que se ofrecían en empresas privadas. Cinco años después, los recortes salariales, los expedientes de regulación de empleo y el impago de las nóminas en muchos Ayuntamientos han empujado a esos trabajadores municipales, y también a cargos políticos, a buscar una salida laboral fuera de la Administración.

Es el caso del Ayuntamiento de Los Barrios (Cádiz), donde se acumulan tres nóminas sin pagar, tanto a la plantilla municipal como al equipo de gobierno. Los retrasos en los pagos y las restricciones en los suministros se vienen produciendo de manera intermitente desde hace más de dos años en este municipio del Campo de Gibraltar.

Miguel Alconchel es concejal del Partido Andalucista y delegado de Cultura y Deportes del Ayuntamiento barreño, y desde junio de 2011 disfruta de una excedencia como empleado de un centro comercial para dedicarse en exclusiva a la tarea municipal. Ahora, después de varios meses con problemas para cobrar y con tres nóminas acumuladas se plantea renunciar a la exclusividad y regresar a su trabajo anterior. “La situación en el Ayuntamiento es insostenible y por eso tanto yo como otros compañeros del gobierno nos estamos planteando solicitar la reincorporación a nuestros trabajos”, manifiesta el concejal. Alconchel considera, además, que así le harán “un favor a la Administración adelgazando la nómina”.

Si el Ayuntamiento no puede pagar, le evitaré un gasto Miguel Alconchel, concejal del PA

“Si el Ayuntamiento no puede pagar, le evitaré un gasto”, afirma el edil andalucista, casado y con hijos, y que asegura que ha tenido que pagar de su bolsillo viajes a Sevilla para realizar gestiones municipales: “No he pasado ni un solo gasto a la Administración”. El concejal cobró su última nómina en febrero. Fueron 1.600 euros, unos 400 más que en su antiguo empleo privado. Pese a que le gusta trabajar por su pueblo, la inestabilidad de los ingresos le lleva a pensar que la exclusividad no merece la pena. “En algunas ocasiones me arrepiento de haber entrado en política”, confiesa.

Lo mismo le sucede a su compañero de partido y corporación, Antonio González. Este es delegado de la junta municipal de Palmones, una de las zonas de la ciudad alejadas del casco. También es responsable de los polígonos industriales del municipio. “Lo único que me lleva a aguantar es la necesidad que tengo de trabajar por mi pueblo, pero no se puede seguir viviendo de la familia”, sostiene González. El concejal también ha planteado al alcalde, el andalucista Jorge Romero, poder volver a su trabajo. González es empleado del Hotel Guadacorte desde 1974 y si la situación municipal no cambia volverá a sus tareas de mantenimiento en ese establecimiento. “Sé que sería muy fuerte, porque al Ayuntamiento hay que dedicarle mucho tiempo y no sé cómo afectará a la delegación que ese tiempo se redujese bastante", afirma el concejal.

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Me gusta trabajar por mi pueblo, pero no se puede vivir de la familia Antonio González, edil de Palmones

No son los únicos. Otro compañero de gobierno, Francisco Gil, afirma que está “buscando trabajo fuera”, porque en la actualidad cobra media jornada de paro y compensa con otra media liberación por parte del Ayuntamiento. La situación del concejal de Limpieza y Parques y Jardines es diferente a la de sus compañeros. Después de 30 años trabajando en una gran superficie, fue despedido y se encontraba parado cuando su partido llegó al gobierno municipal, tras las elecciones de mayo de 2011. Francisco Gil asegura que, “cada día se trabaja en el Ayuntamiento para cambiar esta situación, intentando buscar recursos y reduciendo los gastos”.

“Gracias a la media jornada de paro que ingreso y a que mis tres hijos ya están trabajando, vamos saliendo adelante”, cuenta el concejal. Los impagos de los salarios no sólo han llevado a los políticos a plantearse si seguir o no dedicándole gran parte del día a la gestión municipal. Empleados del área de urbanismo y de la Policía Local de Los Barrios que han querido permanecer en el anonimato han comunicado al alcalde su intención de solicitar una excedencia con el objeto de poder realizar trabajos en la empresa privada hasta que la situación mejore y las condiciones económicas del consistorio permitan por lo menos cobrar las nóminas con garantías.

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