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Tres alertas que no evitaron el accidente

Casi una hora antes de que un turismo y una furgoneta chocasen en la AP-53 a la altura de Lalín por la presencia de tres perros, el teléfono 112 recibió tres llamadas

Casi una hora antes de que un turismo y una furgoneta chocasen en la AP-53 a la altura de Lalín por la presencia de tres perros en la calzada, como apuntan las primeras conclusiones, el teléfono de emergencias 112 recibió la primera de tres llamadas de particulares avisando de que los canes andaban sueltos por la autopista. En el accidente falleció un niño de diez años, mientras que su hermana mayor, de 17, resultó herida grave y su madre, la conductora del vehículo, herida leve en una pierna.

Dos trabajadores que se dirigían el miércoles a una obra en Ourense se cruzaron a la altura del kilómetro 47, en una de las salidas de la autopista para Lalín, con tres perros “grandes, como dos pastores alemanes y uno parecido a un labrador negro, grande también”. A las 7.40 registró su teléfono móvil la llamada al 112 y la voz al otro lado de la línea le pidió los datos y el número de teléfono. Al día siguiente leyó el accidente en el periódico. Media hora después de la primera llamada, el número de emergencias de la Xunta recibió otras dos, casi consecutivas desde Dozón alertando de la presencia de los perros.

La Consellería de Presidencia, de la que depende el servicio del 112, explica que, tras el primer aviso, se siguió el protocolo habitual: “inmediatamente” se dio aviso a la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra y a la concesionaria de la carretera, Autopista Central Gallega, Concesionaria Española, SA (Acega). La empresa, responsable del vallado de la vía para evitar que se crucen animales o haya intrusiones, no ha contestado las preguntas de este periódico sobre si adoptó alguna medida ante el aviso del 112. La Guardia Civil de Tráfico, por su parte, indicó que envió una patrulla para intentar localizar a los animales, pero sin resultado positivo. Mientras los agentes inspeccionaban la autopista, llegó el aviso del accidente mortal, a las 8.34 horas.

El particular que alertó del choque dio también la pista de que el accidente había sido provocado por la presencia de los animales: al parecer, la conductora frenó para evitar a los perros y la furgoneta de reparto golpeó su turismo. El choque se produjo cuatro kilómetros más adelante de donde fueron vistos los perros por primera vez. El niño, que viajaba en la parte de atrás del coche, tuvo que ser excarcelado y fue trasladado “con pulso y consciente” en un helicóptero medicalizado al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, donde falleció esa tarde. Su hermana también fue transportada, en ambulancia, a la capital gallega, mientras que la madre, con una contusión leve en una pierna, fue atendida en la Clínica Deza.

La investigación del accidente se centra ahora en tratar de averiguar a quien pertenecen los animales.

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