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EL FUTURO DEL PSOE ANDALUZ

El sector crítico del PSOE andaluz se descose ante el congreso regional

El secretario general de los socialistas de Jaén avisa: “No nos van a encontrar en ninguna guerra”

Lourdes Lucio
José Antonio Griñán y Francisco Reyes, el 9 de mayo en el comité director del PSOE.
José Antonio Griñán y Francisco Reyes, el 9 de mayo en el comité director del PSOE. Julián Rojas

Como en todas las batallas, tras el congreso federal que enfrentó a los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chachón hubo vencedores y perdedores. En el ámbito andaluz, Griñán, que apoyó a la diputada catalana, quedó en el bando de estos últimos. Ese congreso, celebrado un mes y medio antes de las elecciones autonómicas, alumbró un sector crítico en el PSOE de Andalucía muy descontento con las formas, la estrategia y el rumbo de una organización tanto a nivel regional como provincial que acumulaba, entonces, dos derrotas electorales consecutivas.

Llegaron las elecciones al Parlamento andaluz, y el PSOE volvió a perder, pero conservó el Gobierno gracias al pacto con Izquierda Unida. Y de ese trance salió el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, más fortalecido que nunca.

En un mes, los socialistas andaluces celebrarán su 12 congreso regional en Almería y el sector crítico, integrado por los que apoyaron a Rubalcaba, está bastante descosido. No hay una estrategia común, ni una cabeza visible, tampoco está claro que vayan a sindicar propuestas y votos de delegados en un congreso en el que nadie pone en duda el liderazgo de Griñán después de su derrota electoral que significó su victoria política. Antes del recuento de los votos del 25 de marzo, sí; pero ahora, no.

El resultado de los congresos provinciales extraordinarios para elegir a los 563 delegados ha supuesto el triunfo del sector oficial o griñanista. En las cinco provincias donde ha habido dos listas, los críticos han sacado representación en Cádiz, Sevilla, Málaga y Córdoba. Y luego está Jaén, una agrupación compactada en torno al tándem formado por el secretario general, Francisco Reyes, y por Gaspar Zarrías, aunque desde el círculo de Griñán se ha puesto en circulación que unas 80 personas de esa agrupación no acudieron a votar. Los resultados de Cádiz eran los esperados: un partido fracturado en dos mitades en la que los griñanistas se impusieron por dos votos. En Sevilla, el 35% obtenido por los críticos fue superior al de las expectativas, todo lo contrario de lo que ocurrió en Córdoba y Málaga.

Cuando haya primarias para elegir al candidato, ¿quién va a votar a Rubalcaba?" Afirma un dirigente crítico

Incluyendo a Jaén, los críticos estiman que cuentan con un apoyo del 34% para hacer valer su peso con vistas a la conformación de la próxima ejecutiva regional o de la elección de representantes en los comités federal y director socialistas. Pero cuentan mal. “Griñán va a tener el total respaldo de Jaén. No nos vamos a meter en una guerra ni nos van a encontrar en ella”, afirmó Francisco Reyes a EL PAÍS. Este aseguró que no acude al congreso con aspiraciones. “Hay 8.000 militantes y que él coja a quien quiera”, dice Reyes.

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La fuerte irritación que provocó en Jaén la salida de Micaela Navarro del Gobierno andaluz —a la que algunos señalaron como alternativa a Griñán en caso de que el PSOE hubiera pasado a la oposición— ha dado paso a otro estado de ánimo menos aguerrido. Y sin Jaén, el sector crítico es menos crítico.

Varias de las fuentes consultadas aseguran que no hay ningún nexo de unión entre los críticos de las diferentes provincias, donde las casuísticas son muy diferentes y donde el objetivo es plantar cara a las direcciones provinciales. Este es el caso clarísimo de Málaga, donde los militantes liderados por el abogado Josele Aguilar han obtenido un resultado mucho peor de lo esperado, lo que plantea dudas acerca de si optará a la secretaría provincial en el congreso.

Lo que unió a los críticos en el mes de febrero fue el apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general federal, pero este ha dejado claro que no está por avalar, alentar o consentir ninguna operación contraria a lo que decida Griñán. “Rubalcaba depende mucho de Andalucía para el futuro si quiere ser candidato a la presidencia del Gobierno y él está jugando esa carta, pero... ¿y si le falla?”, deja caer una de las fuentes que recuerda que en las encuestas Rubalcaba no remonta.

Entre los críticos hay una cierta queja de la falta de reciprocidad de Rubalcaba con ellos. “Cuando haya primarias para elegir al candidato, ¿quién le va votar?, ¿quién va a quedar aquí con fortaleza para defender al candidato de la comisión ejecutiva federal?”, se pregunta otro.

No está claro qué es lo que quiere hacer Griñán en el congreso de Almería con vistas a la formación de la nueva ejecutiva, de si escuchará a los que le dicen que haga valer su mayoría y haga pocas concesiones a los críticos y los que opinan que debe propiciar una amplia integración. Sí quiere imponer otro modelo de funcionamiento en el PSOE, más volcado al exterior que al interior. “Quiere ser el renovador del PSOE”, opina un dirigente. Del congreso saldrán propuestas que se defenderán en la conferencia federal de organización.

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