Un menhir único en Galicia abandona su lugar de origen para viajar al Gaiás

La Estela do Guerreiro salió ayer al mediodía, por primera vez en tres milenios, de Castrelo do Val, el municipio ourensano en el que fue hallada durante unas labores agrícolas hace más de dos años y que hasta ahora se ha resistido a perder esta pieza única en Galicia. La estatua-menhir fue trasladada al Museo Arqueolóxico de Ourense para un estudio superficial e inmediatamente, según lo pactado entre el Ayuntamiento y la Xunta, viajará a Santiago para convertirse en uno de los mayores atractivos de la exposición Gallaecia Petrea que se monta en la Cidade da Cultura. La muestra que inaugurará el edificio del Museo de Galicia se abrirá al público a finales de este mes, costará millón y medio de euros, contará con piezas cedidas por 90 instituciones, Ayuntamientos y particulares y se anuncia como un recorrido en piedra por la historia.

Desde mediados de 2011, la Dirección Xeral de Patrimonio empezó a reclamar la estatua-menhir, similar a otras del suroeste de la Península Ibérica, para dar un nuevo esplendor a la exposición permanente del Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense (en obras desde hace una década). Pero los vecinos, con el alcalde socialista en primera línea de batalla, se negaron siempre a perder su preciada estela. Ante la resistencia, a principios de este año la Consellería de Cultura terminó amenazando al lugareño que descubrió la estela con una multa de hasta 150.000 euros, y en Castrelo se dio por inevitable e inminente la pérdida de esta talla de la Edad de Bronce.

Ahora, pese al traslado al Gaiás, los vecinos están tranquilos porque cuentan con un acuerdo por escrito que garantiza el regreso de la joya local. La Estela do Guerreiro permanecerá en el complejo del monte Gaiás entre tres y seis meses, y después deberá ser devuelta al pueblo que, según lo pactado, tendrá que aprovechar ese plazo para acondicionar la sala municipal de exposiciones. Entonces, la estatua-menhir quedará exhibida allí durante un año, prorrogable por otro más, y después tendrá que ser entregada al museo de Ourense, actualmente cerrado (salvo un ala) por esas obras eternas.

Los habitantes de Castrelo do Val suelen toparse con restos antiguos en sus fincas

Tras la polémica desatada por la amenaza de multa, según los vecinos visitaron el pueblo varios representantes de Patrimonio para negociar. Empezaron “pidiendo disculpas” por haber llegado tan lejos en su presión, que atribuyeron a “un exceso de celo de la Delegación de Ourense”, y después ofrecieron el pacto.

Cuando al final pierda la Estela do Guerreiro, Castrelo do Val querría disponer ya de una réplica que siga sirviendo de atractivo. Además, planea organizar en torno a ella una muestra permanente con todos los restos arqueológicos que constantemente se topan los vecinos en sus labradíos y que ahora están dispuestos a ceder.