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MÚSICA

Memoria de un gran legado

Jóvenes cantantes, ‘bertsolaris’ y ‘dantzaris’ actúan en el Palacio Euskalduna en recuerdo de Xabier Lete, Imanol y Mikel Laboa

El elenco de artistas que participaron en el espectáculo, ayer durante el ensayo previo en el Palacio Euskalduna.
El elenco de artistas que participaron en el espectáculo, ayer durante el ensayo previo en el Palacio Euskalduna.LUIS ALBERTO GARCÍA

Ángel Mariezkurrena Deskarga (Eratsun, Navarra, 1968) era ayer un hombre “muy feliz”. Tras mucho esfuerzo, pudo hacer realidad su sueño de organizar en el Palacio Euskalduna de Bilbao un concierto dedicado a tres cantautores vascos ya fallecidos: Imanol Larzabal, Mikel Laboa y Xabier Lete. “No pretendía ser un homenaje, sino un recital en memoria de la cultura vasca y de tres artistas que nos dejaron un gran legado”, precisó Mariezkurrena a EL PAÍS.

A lo largo de dos horas, siete jóvenes cantantes —Jaione Olazabal, Patxi Saiz, Niko Etxart, Kattalin Indaburu, Amaia Riouspeyrous, Alberto Zunzarren y Patxi Mariezkurrena— interpretaron temas de los tres junto a otros propios.

Completaron el espectáculo los bertsolaris Sustrai Kolina y Aitor Mendiluze y un grupo de dantzaris navarros.

La cita culminó un ciclo de otros tres recitales ofrecidos en mayo en Bilbao

Algunos de los músicos presentes tocaron en su día con los tres cantautores recordados. Es el caso del bajista Txema Garces. “Para él ha sido recuperar recuerdos maravillosos y sensaciones que no se pueden describir con palabras”, señaló Mariezkurrena.

El concierto culminó un ciclo previo de otros tres recitales ofrecidos en mayo en la Sala BBK de Bilbao, también promovidos por Mariezkurrena con el apoyo de la Fundación BBK. “El de hoy [por ayer] ha sido más completo”, destacó.

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Su “gran pasión” por la canción vasca empujó hace nueve años a Mariezkurrena a organizar una reunión “de amigos” para recuperar una tradición que, en su opinión, se estaba perdiendo: entonar kantu zaharrak en torno a una mesa después de una buena comida.

Los cantantes intepretaron temas de los tres homenajeados y otros propios

“Lo monté en una sociedad”, recuerda. “Vinieron 50 personas. El sitio se quedó pequeño. Fue muy emocionante. Eran las diez de la noche y seguíamos cantando. Abrimos las puertas y la gente de fuera también se puso a participar”, evoca.

Le quedó tan buen sabor de boca que al año siguiente decidió ir un poco más lejos y trasladó la reunión a una discoteca de la localidad navarra de Elizondo. “Fue otro gran éxito”, asegura.

La siguiente cita se celebró también en la comunidad foral, en concreto en Dantxarinea, en un restaurante con capacidad para 350 personas. “Buscaba un ambiente más íntimo”, justifica. Le gustó tanto que fijó el lugar como sede para una reunión anual cada último sábado de noviembre. “Se ha convertido en una fiesta. Viene gente de Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Iparralde... Comemos y cantamos en euskera más de ocho horas”, cuenta.

Mariezkurrena recopila piezas vascas “de aquí y de allá” que reúne en pequeños libros o cancioneros. “Ya he repartido más de ocho mil”, presume. Tanta dedicación y trabajo tiene “muchas satisfacciones y este concierto [por el de ayer] es hasta ahora la más grande”, concluye.

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