Un imputado del ‘caso Palau’ dice que donó dinero a CDC para “fidelizarla” como cliente

El responsable de una empresa proveedora de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha justificado este viernes, ante el juez que investiga el caso Palau, que parte del dinero facturado retornase al partido nacionalista en forma de donación. Juan Antonio Menchén, administrador de la empresa Mail Rent, ha asegurado que esta pagó 775.000 euros en donaciones a CDC para "fidelizar" a un cliente que le proporcionaba grandes cargas de trabajo. Mail Rent es la matriz de New Letter y Letter Graphic, dos firmas dedicadas al buzoneo y el alquiler de maquinaria que, entre 2007 y 2009, cobraron 804.563 euros por trabajos "genéricos" para CDC, según un informe del administrador concursal que se ha hecho cargo de esas sociedades después de que se declarasen en concurso de acreedores.

Según ha acreditado la investigación sobre el expolio del Palau de la Música perpetrado por Fèlix Millet y Jordi Montull, New Letter y Letter Graphic facturaron a la institución musical un millón de euros. Esos trabajos se cobraron pero, presuntamente, no llegaron a realizarse. Las dos empresas, además, son proveedoras habituales de CDC y de coaliciones electorales y entidades afines. En total, las empresas cobraron 1,3 millones en ese periodo. El administrador concursal puso de relieve la existencia de la sociedad matriz, Mail Rent, que hasta entonces había pasado desapercibida para los investigadores. Ante las numerosas irregularidades detalladas en ese informe, el titular del juzgado de instrucción número 30 de Barcelona, Josep Maria Pijuan, decidió llamar a declarar a su administrador.

Menchén ha explicado que era importante para la empresa premiar a Convergència y hacer que parte de los beneficios que esta generaba retornasen al partido. De esa forma, ha sostenido en su declaración como imputado, lograban que el cliente les encargase nuevos trabajos. El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez-Ulled ha preguntado sobre la enorme diferencia de facturación que subraya el informe del administrador: cuando se trata de clientes normales, las facturas son de unos pocos miles de euros y aparece detallado el concepto de cada trabajo realizado. Cuando el cliente es CDC o afines, en cambio, las cantidades son desorbitadas y los trabajos se definen muy vagamente. Esa diferencia se explica, ha dicho Menchén, porque los trabajos para el partido implicaban una gran "creatividad". "No se trataba de un simple buzoneo", ha afirmado.

Los investigadores también han preguntado por los supuestos trabajos ficticios para el Palau de la Música. Menchén ha defendido que estos se ejecutaron, pero no ha sabido explicar por qué no se guarda ningún documento (facturas, albaranes, etcétera) que justifique su existencia. El administrador ha insistido, sin embargo, en que se trabajó de forma "intensa" para la institución musical.

El informe también afea que la empresa se hubiera desprendido de 1,3 millones de capital para entregarlos a un destinatario "desconocido". Según el administardor concursal, no hay forma de saberlo porque no hay rastro documental de esa operación. Menchén ha afirmado que desconoce dónde ha ido a parar el dinero -que supuso una merma patrimonial considerable para la empresa- y que de ese asunto se encargaban los administrativos de la empresa.