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Deportes en peligro de extinción

La falta de recursos cuestiona la viabilidad de federaciones catalanas reconocidas internacionalmente

La selección catalana de hockey patines celebra el Mundial B conseguido en Macao en 2004.
La selección catalana de hockey patines celebra el Mundial B conseguido en Macao en 2004.EFE

Futvolei, ráquetbol, bolos, korfbal... son algunos de los deportes en los que Cataluña está reconocida internacionalmente. Un total de 21 selecciones pueden competir a nivel internacional, en la mayoría de casos en aquellos deportes en los que no existe una selección española o en federaciones internacionales distintas de las que se acoge la federación española. Los reconocimientos se producen desde la década de 1980 hasta hoy. En su camino por el pleno reconocimiento, muchas federaciones deportivas han iniciado largos y costosos procesos judiciales, como en el caso de la Federació Catalana de Rugbi, cofundadora de la Federación Internacional, o la de Hockey Patines, un deporte con claro acento catalán. Su aspiración de ser reconocidos se topa con la oposición de la Federación Española correspondiente y en algunos casos de la propia federación internacional a la que quieren integrarse.

Más allá de la tradición de los partidos de la selección catalana de fútbol en Navidad, varias federaciones catalanas luchan diariamente por promocionar proyectos deportivos, sin ninguna publicidad y que después de los años de bonanza económica, ahora padecen de la escasez de subvenciones públicas.

Aval parcial del Constitucional

MAIOL ROGER

El Tribunal Constitucional (TC) avaló ayer parcialmente las selecciones catalanas. Lo hizo desestimando un recurso del Gobierno de José María Aznar sobre la Ley del Deporte de Cataluña de 1999 que llevaba casi 13 años en la mesa del alto tribunal. En el fallo, el TC sentencia que la internacionalidad de las selecciones catalanas "es constitucional siempre que se trate de deportes en los que no existan federaciones españolas y que, en ningún caso, se impidan o perturben las competencias del Estado de coordinación y representación internacional del deporte español". La sentencia evita, por tanto, cualquier choque oficial entre una selección catalana y otra española. Limita la capacidad de competir de las federaciones catalanas a aquellos deportes en los que España no tenga representación.
La Generalitat, sin embargo, continuará con su estrategia de expansión buscando el reconocimiento de las federaciones internacionales. "Todavía nos queda camino por recorrer, pero no renunciamos a poder jugar con las selecciones de todo el mundo", valoró el secretario general del Deporte de la Generalitat, Ivan Tibau, que calificó de "positiva" la sentencia. La Plataforma ProSeleccions se felicitó en un comunicado por el aval mayoritario a la ley, pero censuró las restricciones para competir con España.
Con esta sentencia, solo está en riesgo la selección catalana de bolos, que comparte federación internacional con la española. El Gobierno catalán confía en que pueda seguir compitiendo. También espera vía libre para la selección de hockey: no puede disputar mundiales, pero sí competir en la Copa América al estar reconocida por la Confederación Sudamericana del Patín, donde no está la española.

"La Generalitat está comprometida con la independencia deportiva, y la Secretaria General del Deporte prioriza la proyección internacional de Cataluña", afirma Josep Maldonado, presidente de la Mesa de Asesoramiento del Deporte, un órgano que marca las directrices de la política deportiva catalana. A pesar del compromiso de la Generalitat con las federaciones catalanas reconocidas, Maldonado admite que en el contexto de recortes, también el deporte tiene que administrar mejor sus recursos: "Las ayudas premian a las federaciones con actividad, es decir, que el hecho de ser reconocida no implica tener una subvención". Los deportes en los que Cataluña está reconocida no pasan por el mejor momento; las subvenciones han disminuido y en algunos casos estos deportes se han extinguido.

Entre 2003 y 2009 se crearon tres asociaciones y tres federaciones deportivas nuevas en Cataluña que rápidamente obtuvieron el reconocimiento internacional. Se trataba de deportes en los que España no contaba con ninguna federación. Hoy en día, ha sido imposible contactar con cuatro de ellas: futvolei, fútbol australiano, fistball y rugbi liga. "Para recibir recursos, hay que presentar un plan de actividades que justifique la partida presupuestaria, y estas federaciones no lo han presentado, en algunos casos porque no pueden desarrollar sus ligas o no tienen base", afirma Xavier Andreu, director de comunicación de la Secretaría General del Deporte. Cataluña está reconocida en ráquetbol, pero según la plataforma Proseleccions, aún no existe una pista reglamentaria para practicar este deporte, sino que se está construyendo.

Las 21 federaciones en cuestión enriquecen la variedad polideportiva del país, pero en algunos casos, al carecer de base social que las sustente, han sucumbido a la escasez.

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