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Disturbios en las protestas del Naval

Más de 4.000 trabajadores volvieron a salir a la calle para reclamar carga de trabajo. Por L. Bustabad

Imagen de la protesta en Ferrol
Imagen de la protesta en FerrolKIKO DELGADO (EFE)

Petardos, huevos, fuego, consignas incendiarias y empujones a los agentes de la policía autonómica. La última protesta de los trabajadores de los astilleros públicos de la ría de Ferrol ha derivado esta mañana en distintos incidentes delante del edificio administrativo de la Xunta y del Ayuntamiento, las dos Administraciones en las que los operarios han volcado su frustración por el goteo de despidos y la negra perspectiva de unas gradas vacías a partir de agosto.

Unos 4.000 operarios directos y auxiliares de Navantia Ferrol y Fene dejaron el astillero a las 10:30 horas para concentrarse pacíficamente ante la delegación de la Xunta. La protesta se torció cuando unas 200 personas accedieron por la fuerza al interior del inmueble que custodiaban una docena de agentes de la policía autonómica. Empujaron a dos policías en las escaleras, según ha explicado a este diario el agente al mando, y lesionaron a otros dos en un oído al lanzar un petardo que les estalló muy cerca.

Los manifestantes recorrieron todas las plantas y abandonaron el edificio minutos después para concentrarse ante una de las oficinas de Bankia en Ferrol que fue el blanco de varias docenas de huevos y que empapelaron con carteles en los que se leía: “O PP ten cartos para Bankia pero non para Navantia”. La última parada de la manifestación fue la puerta del consistorio, cerrado y cal y canto buena parte de la mañana. Un grupo de operarios prendió fuego a unas botellas de plástico que avivaron con un líquido combustible delante del acceso principal.

La tensión que vive el naval ferrolano por la falta de pedidos volvió a agitarse cuando el Comité de Empresa pidió por megafonía que se disolviese la protesta. Decenas de operarios de las compañías auxiliares, que acumulan un millar de despidos desde septiembre del 2011, abuchearon a los sindicalistas con una sonora pitada y pequeños conatos de pelea.

El portavoz del Comité de Navantia, Ignacio Naveiras, de CCOO, ha dicho que el contrato con Pemex, la petrolera mejicana, “no es la solución” para el futuro de Navantia, que entrega los últimos tres buques este verano. Los manifestantes regresaron al astillero cerca de las 13:00 horas y volverán a movilizarse el 10 de junio. Será la enésima protesta de la plantilla para reclamar carga de trabajo en el último año y medio. Demandan un dique flotante para reparar buques de gran porte y abrir nuevas vías de negocio.

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