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Dalí, Vila-Matas y Albert Serra, 'embajadores' en Documenta

El director de cine prepara una película que se rodará en Kassel protagonizada por Hitler y Goethe El Institut Ramon Llull patrocina la presencia catalana en el certamen con 60.000 euros

El escritor Enrique Vila-Matas
El escritor Enrique Vila-MatasJOAN SÁNCHEZ

El cineasta experimental Albert Serra encabezará la participación catalana en la Documenta 13 de Kassel (Alemania), formada por una selección de autores que parece concebida a propósito para levantar polémica. Junto a Serra están Salvador Dalí con las películas de la década de 1960 y el ceramista Antoni Cumella. También dos escritores: Enrique Vila-Matas con un proyecto secreto y además Ignacio Vidal-Folch, que ha escrito el prólogo para el catálogo dedicado a las cintas de Dalí. La única artista plástica es Dora García, nacida en Valladolid y afincada en Barcelona desde que su marido Moritz Küng fuera elegido para dirigir el Canódromo, proyecto que nunca se concretó.

La cuadrilla catalana se completa con el madrileño Fernando García Dory, conocido por el proyecto Semillas en Red. Quizás tan masiva presencia se deba al fichaje por parte de Carolyn Christov Bakargiev, comisaria de Documenta 13, de Chus Martínez, exjefa de exposiciones del Macba, como asistente. La participación catalana en Documenta 13, que se tendrá del 6 de junio al 16 de septiembre, cuenta con una ayuda de 60.000 euros del Institut Ramon Llull, cuyo objetivo, según su director Vicenç Villatoro, “es posicionar la cultura en los escenarios internacionales más iluminados”.

Los proyectos de Vila-Matas y Dora García se mantienen secretos, aunque se sabe que esta última expondrá en un pabellón efímero construido por la arquitecta catalana Olga Subirós. Serra rodará una película, basada en los textos integrales de dos libros representativos de las contradicciones culturales del pueblo alemán: Conversaciones con Goethe y Conversaciones privadas de Hitler. El rodaje se desarrollará a lo largo de los 100 días que dura Documenta y estará parcialmente abierto al público, los actores no son profesionales y cada fragmento se montará y proyectará enseguida después del rodaje. “Al final la película, que durará entre 150 y 200 horas, es decir unos ocho días, se proyectará toda seguida en un cine”, explicó Serra.

Más que por sus tres películas que se pudieron ver en raras ocasiones, al cineasta se le conoce porque la prestigiosa revista francesa Cahiers du Cinema, definió su segunda película, Honor de Cavalleria, una de las mejores del año.

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