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El acusado de matar a su exnovia en Barakaldo no recuerda haberlo hecho

El presunto asesino sostiene que no quería acabar con la vida de su expareja

El País
El acusado es esposado por la Ertzaintza al concluir la sesión de hoy del juicio.
El acusado es esposado por la Ertzaintza al concluir la sesión de hoy del juicio.LUIS ALBERTO GARCÍA

S. M. G., el joven de 26 años acusado de matar a su exnovia en Barakaldo en diciembre de 2010, ha reconocido hoy que el día del crimen sufrió un arrebato de celos al verla con otro hombre, si bien ha asegurado que no recuerda haberla acuchillado y que su memoria se limita a verla ya tendida en el suelo, “rodeada de un charco de sangre”. Así lo ha desvelado hoy, durante el inicio de juicio por el asesinato en la Audiencia de Bizkaia. La fiscalía pide para él 35 años de prisión.

Los hechos se remontan al 6 de diciembre de 2010, cuando según la información que obra en poder del Ministerio Público, el acusado quebrantó una orden de alejamiento que tenía por amenazas de muerte sobre su expareja y se coló en su casa, tras descolgarse desde la azotea y forzar las ventanas del balcón. Allí esperó hasta la llegada de la mujer, que tenía entonces 25 años, a la que mató de dos cuchilladas. También hirió de gravedad al chico que en ese momento era su pareja y la acompañaba.

El presunto asesino ha desmentido hoy este relato, pese las numerosas pruebas periciales en su contra, al asegurar que accedió al interior de la vivienda con una llave que la propia víctima le había dejado con anterioridad. Según ha argumentado ante el tribunal, lo hizo con la única intención de hablar con su expareja, que le había denunciado por malos tratos, y nunca con la intención de acabar con su vida. Allí esperó hasta su llegada, pero al ver que lo hacía acompañada, se inició una discusión que acabó en un forcejeo con el varón.

El acusado ha asegurado que fue el otro joven el que esgrimió un cuchillo como amenaza y que fue al tratar de arrebatárselo cuando le produjo la herida cortante en el cuello. De lo que ocurrió a continuación ya no se acuerda. Solo que su exnovia le chillaba y que acto seguido la vio ya tendida en el suelo, desangrándose. Al entender que hizo “algo mal”, aunque no ha concretado, salió huyendo de la casa hacia su domicilio, donde contó lo ocurrido a sus allegados.

El relato del acusado ha sido el primero de un juicio que, ante un tribunal popular compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, se prolongará en los próximos días con la declaración de testigos y peritos. Tanto el Ministerio Público como las distintas acusaciones (particular, popular y Abogacía del Estado) consideran “premeditado” el crimen. La defensa, en cambio, lo niega y achaca la actuación a un “ataque de celos” y al “leve” retraso mental del acusado, que le lleva a actuar como “un niño de entre ocho y once años”.

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