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bizkaia

Un hombre mata a puñaladas a una mujer en Bilbao por disputas vecinales

El atacante sumaba varios arrestos y denuncias por amenazas y agresiones

Trabajadores de una funeraria trasladan el cadáver de la mujer, ayer en el barrio bilbaíno de Deusto.
Trabajadores de una funeraria trasladan el cadáver de la mujer, ayer en el barrio bilbaíno de Deusto. santos cirilo

Una mujer de 42 años ha perdido la vida tras ser apuñalada por un vecino junto a su portal, en el barrio bilbaíno de Deusto, al parecer como consecuencia de las malas relaciones que ambos mantenían. El supuesto asesino, de 37 años e identificado como R. T., fue localizado y detenido poco después por la Ertzaintza. En su historial se acumulan tres arrestos previos, cinco imputaciones y hasta 11 denuncias presentadas por otros residentes de la zona en apenas siete años, según informó la consejería vasca de Interior. Ninguna, sin embargo, sirvió para impedir el crimen de ayer.

Todo ocurrió en torno a las dos y media de la tarde, cuando víctima y verdugo se cruzaron junto a su portal, el número 42 de la calle Ramón y Cajal. Sin mediar disputa, y quizá como consecuencia de alguna discusión anterior, el supuesto homicida la emprendió a cuchilladas con la mujer, que tras proferir varios gritos cayó tendida en el suelo. Presentaba un profundo corte a la altura del cuello, del que manaba abundante sangre. Tras el aviso de lo ocurrido por parte de varios testigos, los recursos sanitarios desplazados hasta la zona solo pudieron confirmar el fallecimiento.

La Ertzaintza no tardó en presentarse en el lugar de los hechos ni en localizar a su artífice. No en vano, figuraba ya en el historial de la Policía vasca como autor de varias amenazas previas a otros vecinos de la zona. Cuando los agentes recibieron el aviso de lo sucedido, en seguida sospecharon de su posible autor. No se equivocaron. Tras hallar en su domicilio el cuchillo con el que supuestamente cometió el crimen, procedieron a su arresto y traslado hasta dependencias policiales, donde quedó retenido a la espera de pasar a disposición judicial.

Víctima y asesino compartían edificio. Procedente de La Rioja, según varios vecinos, ella había fijado su domicilio en Bilbao hace apenas dos años. Vivía justo encima de su agresor, residente en la zona desde que era niño. La mujer no era la única persona amenazada del bloque. Los conflictos del supuesto homicida, que al parecer sufría problemas psiquiátricos, eran numerosos y habituales. A su vecina de enfrente, por ejemplo, la había amedrentado incluso con varios hachazos en su puerta de casa, según el relato de algunos testigos. También había destrozado cerraduras y cometido varias agresiones.

Varias personas del edificio cambiaron de vivienda para evitar problemas

Más que sorpresa, el suceso provocó un hondo malestar entre un vecindario consciente del riesgo de que algún día ocurriera algo parecido. Según el relato de algunos residentes que conocen al presunto homicida desde su infancia, R. T., que vive “solo” en la misma casa que un día compartió con su familia, acostumbraba a provocar problemas “desde su etapa en el colegio” del barrio. Sus gamberradas, sin embargo, ganaron en intensidad y gravedad con el paso de los años. “Toda la gente de la zona le conoce y muchos han tenido problemas con él”, aseguró un vecino. “Tiraba basura por la ventana o ponía la música a todo volumen”, desveló otro.

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“Nadie ha hecho nada para evitarlo”

La desazón invadió a los vecinos de la calle Ramón y Cajal del bario bilbaíno de Deusto. El crimen perpetrado a primera hora de la tarde no hizo sino confirmar las sospechas de unos residentes que se temían “lo peor” desde hace tiempo. “Nadie ha hecho nada para evitarlo”, se lamentó uno de ellos.

El malestar estaba justificado. A las denuncias e imputaciones que pesaban en el historial del presunto homicida, R. T., se sumaban el conocimiento de su historial de arrestos y la recogida de firmas con la que los vecinos dieron parte de la situación a las autoridades.

“¿Qué más se puede hacer?”, se preguntó otro residente, en referencia a la falta de respuesta por parte de las instituciones.

El suceso, en efecto, no fue sino la macabra culminación de una seria de amenazas de muerte que el supuesto homicida había proferido casi contra el conjunto del vecindario. Cada vez que mantenía una discusión acalorada, la intimidación era inminente. La víctima de ayer fue la que se cruzó en su camino. No mantenía con el agresor una relación distinta de la de otros vecinos. Solo se encontró con él en el lugar y el momento más inoportunos.

Además del abatimiento, el crimen provocó también una honda sensación de inseguridad respecto al futuro. Más de uno se preguntaba cómo reaccionar si se repite un caso similar, ya que la “dejación” judicial, política y policial, en su opinión, “ha sido evidente”.

Hasta hoy, había sido detenido en tres ocasiones previas. Una, por amenazas de muerte a una vecina; otra, por una falta de lesiones con arma blanca, ya que también acuchilló a otra mujer; la última, por un delito de lesiones. Solo desde 2005, además, suma cinco imputaciones por amenazas, daños y violencia en el ámbito familiar. Los residentes, asimismo, ya habían presentado en su contra hasta 11 denuncias. Las propias personas de su misma comunidad decidieron reunir firmas hace unos meses para hacer constar el peligro que suponía su presencia en la zona. Según varios afectados, “algunos incluso decidieron vender su vivienda y trasladarse a otro sitio para evitar así los problemas”.

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