El PP acusa al Ejecutivo andaluz de alentar una huelga política

El PP andaluz no ha querido dejar pasar la jornada de paro en la enseñanza sin plantear su contrapunto y volver a culpar al Gobierno de José Antonio Griñán de los recortes, además de acusarle de alentar una “huelga política”. El líder de este partido, Javier Arenas, recibió  la mañana del miércoles en el Parlamento a la ejecutiva del sindicato CSIF para expresarle su apoyo y anunciar que el grupo parlamentario va a registrar una proposición no de ley que suscribe las reivindicaciones de los funcionarios y pide una reforma estructural de la Administración.

Arenas, sin embargo, no comparecido ante los medios de comunicación, y en su lugar la portavoz adjunta del grupo parlamentario, Alicia Martínez, denunció una vez más el “frentismo” de Griñán frente al Gobierno de Mariano Rajoy. “La Junta utiliza como coartada el plan estatal de ajuste para ejecutar recortes”, dijo Martínez, quien reprochó al socialista que en el caso de la huelga educativa se dedique a “alentar de forma irresponsable manifestaciones y huelgas políticas contra el Gobierno”.

El argumento cardinal del PP respecto a las movilizaciones de los empleados públicos es que los recortes salariales son a discrecionalidad de la Junta, que ha escogido este camino porque ha querido. Y que, en lugar de asumir su nefasta gestión, el Ejecutivo andaluz, con José Antonio Griñán a la cabeza, se dedica a azuzar a este colectivo contra el Gobierno de Mariano Rajoy.

Martínez coincidió con el presidente del CSIF, José Luis Heredia, en que los ajustes son una “venganza” del Ejecutivo andaluz por rechazar en la calle hace dos años la reforma del sector público, que ambos denominaron “decretazo”. Heredia, además, dijo que es falso que a los funcionarios se les baje un 5% su salario. Según sus cálculos la proporción es en realidad del 6% al 8%, y pidió que el Gobierno andaluz y los altos cargos reduzcan su salario en un 30% puesto que cuenta con una renta mucho más progresiva. Heredia sostuvo que el 70% de los empleados públicos no cobra más de 1.300 euros brutos.

La portavoz adjunta del PP, sin llegar a especificar cantidades, estuvo de acuerdo en que los altos cargos del Gobierno deben mermar sus retribuciones en la mismo nivel que los funcionarios. “Griñán solo se ha bajado un 5%, y debía ejecutar el mismo recorte que a los demás”, afirmó.