Los ‘narcos’ encuentran mano de obra barata en Cádiz

La crisis no ha parado la droga. Todo lo contrario. En un nuevo ejemplo de adaptación a las circunstancias, las mafias del narcotráfico han sabido aprovecharse de la actual situación económica. “Cada vez hay más personas dispuestas a hacerlo y a menos precio”, alerta Francisco Mena, el presidente de la Federación Nexos, una de las organizaciones más activas en la lucha contra esta lacra en Cádiz. “Hay grupos organizados que se encargan de captar gente. Y ahora hay más necesidad. Y ven en la droga una dinero fácil”, resalta la fiscal antidroga de esta provincia, Ana Villagómez. El adelanto de su memoria de 2011 destaca que la droga se ha convertido en un punto fuerte de la economía sumergida de Cádiz.

El año pasado se desmantelaron varios grupos organizados de Ceuta y Algeciras dedicados a captar gente dispuesta a ingerir droga o esconderlas en maletas en los puestos fronterizos. Conocen el riesgo pero por el dinero fácil y la imposibilidad de obtenerlo de otra manera lo asumen. “Hay dos tipos aquí: el delincuente organizador que tiene hasta pisos francos preparados para recibir la droga y esa gente necesitada que puede ganar cantidades muy elevadas”, explica la fiscal. Es algo que suscriben las coordinadoras antidroga Nexos. “Cuando no hay otra cosa, te importa menos jugarte tu vida y tu libertad. Incluso ahora se paga menos dinero”, detalla Francisco Mena.

Las mafias han sabido adaptar su mercado a la ley de oferta y la demanda. Ahora hay más gente que se ofrece a llevarles la droga, con lo que les pagan menos. Incluso se ha detectado una “subcontratación” del negocio. “Las grandes organizaciones contratan a otras más pequeñas para diferentes tareas: por ejemplo, para tareas de vigilancia”, resume el presidente de Nexos.

Es algo que han comprobado también los servicios de seguridad. El portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, Juan Antonio Delgado, sostiene que las mafias funcionan como una empresa. Con sus políticas de expansión, ajustes y adaptaciones tecnológicas. Se nota en el aire, con el aumento de avionetas usadas para transportar droga, y en el mar, con la sustitución de las habituales embarcaciones semirrígidas por pesqueros o embarcaciones recreativas que pasan más desapercibidas.

La provincia de Cádiz acaparó en 2010, último año contabilizado en el total de España, el 46% de las aprehensiones de hachís y el 14% de las acusaciones por tráfico de drogas. En 2011 se han reducido ligeramente los alijos: 159 toneladas de hachís frente a los 180 del año anterior.

A los que luchan día a día contra la droga les preocupa que la crisis también les afecte a ellos. Y les inquietan las consecuencias que tendría para esta batalla contra el narcotráfico la eliminación de investigadores o de agentes en la calle. La provincia de Cádiz es la que tiene más medios. Tiene tres fiscales antidroga dedicados específicamente a esta materia. También tiene tres grupos de respuesta al crimen organizado del Cuerpo Nacional de Policía, el GRECO. La discreción con la que forzosamente actúan haría más fácil su posible desaparición por los recortes. Nadie tiene constancia oficial de la eliminación o reducción de efectivos de estos investigadores pero el temor es real. “Sería un paso atrás”, alerta la fiscal antidroga, Ana Villagómez. La AUGC calcula que un 30% más de investigadores y un 40% más en la calle. Según esta asociación, muchas bajas no se cubren.

Lo que provoca ya la crisis es que se invierta menos en medidas tangibles de seguridad, como las barreras flotantes de los ríos. Ocurre en el Barbate, el Guadalcorte y en el Guadarranque. Deberían mantenerlas sus ayuntamientos pero no tienen dinero para hacerlo. La Fiscalía apuesta por sistemas de vigilancia móviles, como el que se creó en el Guadalquivir.