Facenda prevé más recortes y admite que recauda menos de lo previsto
El último ajuste de 69 millones no recoge la caída de fondos estatales
Galicia es la comunidad autónoma que menos ha tenido que recortar en sus Presupuestos para que el Ministerio de Hacienda aceptase su plan para dejar este año el déficit en el 1,5% del Producto Interior Bruto. El ajuste aprobado el jueves en Madrid en el Consejo de Política Fiscal y Financiera fue de 69 millones, mínimo frente a los 18.350 millones que recortarán todas las comunidades. Pero el documento en el que se detalla el recorte arroja sombras sobre el pasado y el futuro.
Sobre el pasado, porque el déficit de 2011 se quedó en el 1,61% y no en el 4,37% solo porque no contabiliza los 2.000 millones recibidos de más en concepto de anticipos del Estado que habrá que devolver. La Consellería de Facenda asegura que así se acordó con el Gobierno, que ese 4,37% condensa lo que realmente habría que desglosar en los años sucesivos de devolución y que a igualdad de contabilidad Galicia es la comunidad con mejores datos.
Las sombras del futuro son que la Xunta admite que habrá nuevos recortes. “Se esperan ajustes adicionales una vez se confirme el reparto de los fondos finalistas” del Estado, admite, a la espera de que se vaya desvelando a qué comunidades van a parar las partidas aún no desglosadas de los Presupuestos Generales del Estado, notablemente reducidas con respecto a años anteriores. Pese a ello, el Gobierno gallego indica que en el informe aprobado el jueves “se han consignado las cantidades recibidas el pasado ejercicio” y admite que “en caso de variar al alza o a la baja una vez se concrete el reparto de fondos finalistas, será ajustada en los Presupuestos” gallegos.
El documento presentado en Madrid contiene una glosa de las medidas de ahorro implantadas en los tres últimos años (gasto farmacéutico, no reposición de jubilaciones, reducción de gasto corriente...) y detalla de dónde sale el nuevo recorte de 69 millones sin tener que tomar medidas como el incremento de alumnos por aula propuesto por el Gobierno central. Unos 40 millones son reducción de gasto y otros 29 aumento de ingresos con respecto a los Presupuestos aprobados hace cinco meses.
El ahorro de 40 millones —la Xunta insistía ayer en que el recorte en “gasto no productivo” es de 26 millones, por lo que los otros 14 sí afectarán al gasto productivo— se reparte así. El capítulo II de los Presupuestos, de servicios y bienes corrientes, cae en 12,24 millones, con la Consellería de Traballo e Benestar, con dos millones, como principal afectada. En este apartado, en el que se reduce gasto en publicidad, protocolo y conferencias, se rebajan las indemnizaciones por razón de servicio, en principio el único efecto del actual recorte sobre los trabajadores públicos.
La Xunta recorta otros 13,78 millones del capítulo IV, de transferencias a otras entidades, reduciendo subvenciones y convenios. Aquí la consellería más afectada es Cultura e Educación, con 3,1 millones menos. Por último, otros 13,67 millones salen de los capítulos VI y VII, de inversiones, que la Xunta centra en estudios y proyectos, siendo la Consellería do Medio Rural e do Mar la más afectada, con tres millones menos.
En cuanto al aumento de ingresos, Facenda admite que “se está llevando a cabo” una subida de precios públicos e incluye “nuevas tasas creadas en leyes aprobadas a finales de año y que no figuraban en la ley de Presupuestos (apuestas, residencias de tiempo libre, instalaciones juveniles, servicios de reproducción en archivos...)”. Son 10,35 millones más, dice la Xunta, que fía el resto de ingresos al comportamiento mejor de lo previsto en lo que va de año de algunos impuestos.
Aún así, Facenda admite que sus previsiones de recaudación han fallado en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. “Han sido inferiores a las previstas”, dice, “debido a la atonía del sector inmobiliario”, “si bien se han compensado con una mayor recaudación en el impuesto sobre sucesiones y donaciones”.
El informe también revela el optimismo de la Xunta de cara a ser considerada por la Unión Europea como región en transición tras dejar de estar en el grupo de las más pobres. Bruselas aún no ha tomado la decisión definitiva pero Facenda ya recoge esos ingresos en sus cuentas.
