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El incendio de Rasquera afecta a 3.000 hectáreas

El fuego está a cuatro kilómetros del núcleo de la población

Incendio en Rasquera, Tarragona.
Incendio en Rasquera, Tarragona.JOSEP LLUIS SELLART

Una intensa humareda amenazó durante todo el día de ayer el cielo de Rasquera (Ribera d’Ebre). El martes se originó en ese municipio de la sierra de Cardó un incendio que anoche seguía sin control y ya afectaba a 3.000 hectáreas de vegetación, en especial pino blanco y matojo. Las fuertes rachas de viento y lo abrupto del terreno dificultan las tareas de extinción. Tanto es así que el consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, que pasó buena parte de la jornada en Rasquera, predijo ayer que se tardará varios días en apagar las llamas y que el incendio no se podrá controlar hasta hoy, en el mejor de los casos. 

La cabeza del fuego avanzó en dirección sudeste, hasta llegar al término de El Perelló (Baix Ebre). La carretera que enlaza las dos poblaciones, la TV-3022, solo se abrirá hoy a los autocares escolares. El incendio se agravó a gran velocidad y se destinaron 60 unidades terrestres de los Bomberos de la Generalitat para trabajar toda la madrugada, tras la retirada de 11 vehículos aéreos.

“Se está haciendo todo lo posible por controlar el incendio. Afortunadamente, no hay víctimas, y las condiciones meteorológicas han sido adversas”, explicó el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que también se desplazó a Rasquera. En 1995 la misma zona ya sufrió un incendio devastador, con 5.000 hectáreas arrasadas. Hace 17 años la superficie se quemó en 40 horas; en cambio, ahora lo ha hecho en apenas cinco.

Puig atribuyó el incendio a un “cóctel” de motivos: el viento, lo escarpado del terreno y la extrema sequedad. “El incendio es muy virulento y muchas zonas afectadas son totalmente inaccesibles”, añadió el consejero de Interior. A este problema se suma la negativa de los bomberos voluntarios a acudir al fuego, informa Rebeca Carranco. “La mayoría de los voluntarios que hemos activado de las comarcas del Ebro y Tarragona han asegurado que no estaban disponibles”, admitió una portavoz de Bomberos de la Generalitat, aunque sí hay algunos de ellos trabajando en el incendio, matizó. El modelo de bomberos de la Generalitat se basa en un sistema mixto de funcionarios y voluntarios con formación en la extinción de incendios. Los segundos cobran únicamente cuando se les activa y les pagan siete euros la hora. Los voluntarios están en pie de guerra con Interior por un problema laboral debido, en buena medida, a los recortes. “Desde principios de año están dejando de activarnos para no pagarnos”, sostuvo uno de ellos, que pidió el anonimato.

A última hora de la noche, según Puig, los bomberos consiguieron “contener” el flanco norte, que amenazaba a Rasquera, y el sur, que avanzaba en las áreas forestales de El Perelló y Tivenys. En las próximas horas se dedicarán a atacar el frente derecho, en el que los efectivos se transportarán hasta los barrancos. Ayer las llamas se situaban a cuatro kilómetros del núcleo de Rasquera y a siete del de El Perelló. No obstante, Puig destacó que los vecinos no corren peligro. Muchos de ellos observaban con temor la humareda desde las calles de Rasquera.

Durante la madrugada del miércoles se evacuaron, como medida preventiva, a 60 personas de 24 masías aisladas. Algunos desalojados durmieron en el pabellón de El Perelló, donde fueron atendidos por la Cruz Roja. Ayer muchos optaron por quedarse en casas de conocidos. El alcalde de Rasquera, Bernat Pellisa, asegura que se han “vivido situaciones extremas”. Algunos payeses hicieron guardia frente a sus campos para proteger las cosechas y el ganado. “Te llamaban diciendo que su casa estaba rodeada de fuego”, dijo Pellisa. El teniente de alcalde de El Perelló, Daniel Moliné, también pasó la noche en vela, de masía en masía, para alertar a los ocupantes de las viviendas. “¿Si pierden la granja de conejos, de qué vivirán?”, se preguntaba. “Mis padres se han quedado toda la noche cuidando los animales sin ayuda de los bomberos porque no podían con todo”, explicó ayer Jaume Ramos, vecino de Rasquera.

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Puig asegura que no existe ningún indicio sobre las causas del incendio. “El fuego se produjo en un sitio accesible y allí no hay ninguna línea eléctrica. Cuando lo controlemos iniciaremos la investigación. Si hay un culpable, lo perseguiremos”, remachó Puig, quien cree que el incendio podrá controlarse hoy.

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