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Duran tratará el pacto fiscal con Navarro al margen de CDC

La última reunión del democristiano con los socialistas se saldó con un monumental enfado en CDC

En 2008, Duran recibió a Montilla en la sede de Unió.
En 2008, Duran recibió a Montilla en la sede de Unió.

A rebufo de un fin de semana en el que se ha dedicado a demostrar que Unió es diferente de Convergència, Josep Antoni Duran Lleida actuará al margen del socio mayor de la federación CiU para intentar incluir al Partit dels Socialistes (PSC) en un frente por el pacto fiscal. El recién reelegido líder de Unió se reunirá los próximos días con el primer secretario socialista, Pere Navarro, para tratar el nuevo modelo de financiación. El encuentro se concretó el domingo, después de que el socialista telefoneara a Duran para felicitarle por su victoria en el congreso. En su discurso de elección, el democristiano había emplazado a sus “amigos” del PSC a hacer frente común con CiU en la defensa del autogobierno de Cataluña, y, más concretamente, del pacto fiscal. Los contactos de Navarro con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no han desembocado en un acercamiento. La reunión de hace dos semanas entre ambos se saldó con las mismas posiciones de inicio y con el PSC molesto por las alusiones del portavoz Francesc Homs a su debilidad parlamentaria.

El acercamiento del PSC a la unidad que busca CiU con el pacto fiscal está congelado. Convergència cuenta con Esquerra e Iniciativa, y no está dispuesta a rebajar su modelo —salir del régimen común y tener la “llave de la caja”— en pro de un pacto mayor. Pero Unió quiere, a toda costa, que se una el PSC. Ninguna reforma de calado en Cataluña, sostienen en la dirección democristiana, se ha hecho sin el consenso de los dos grandes partidos.

Los socialistas están dispuestos a negociar. Y confían en que Duran, que siempre se ha situado como el contrapunto moderado de CDC, pueda ejercer de puente entre el modelo análogo al concierto económico que propugna Mas y el “pacto fiscal federal” que idearon los socialistas. No obstante, este papel asignado a Duran crea recelos en CDC. Las acciones unilaterales del democristiano en la política catalana siempre han levantado ampollas en el socio mayoritario de federación. El último precedente da fe de ello: Duran decidió reunirse en noviembre de 2008 con el entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, para pactar una reacción moderada a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, que llegó meses más tarde. El encuentro hizo saltar por los aires la relación entre Unió y Convergència. David Madí, entonces secretario de comunicación de CDC, acusó a Duran de estar “subordinado” al PSC.

CiU vive un momento más dulce ahora, copando el poder en Cataluña, que hace cuatro años, con el tripartito en el Gobierno. Con todo, Duran ha arriesgado este fin de semana el siempre complicado equilibrio de la federación. Tras atacar duramente la estrategia independentista de CDC el sábadotuvo que rectificar el domingo— la reunión con el PSC medirá el estado de salud del matrimonio de CDC con Unió.

El PP acusa al democristiano de hacer “seguidismo” de CDC

M. R.

La líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho, se molestó con Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, porque en el congreso de su partido de este fin de semana reclamó un frente común sobre el pacto fiscal y ni citó al PP. Por ello, ayer, Sánchez-Camacho apuntó a Duran por donde más le duele, acusándole de hacer "seguidismo" a su socio en CiU, Convergència. La líder del PP catalán consideró que los ataques del democristiano a CDC se diluyeron el domingo: "Duran es incapaz de frenar el independentismo de su socio", clamó. La respuesta no se hizo esperar: Josep Maria Pelegrí, secretario general de Unió, avisó que el pacto de CiU con el PP se debilita y alertó de un posible cambio de alianzas para el final de legislatura.
Esquerra Republicana criticó al líder democristiano justo por lo contrario: por estar en contra de la independencia. La secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, pidió a Duran que deje de centrarse en la política española y se sume a la reclamación de un Estado propio para Cataluña. Solidaritat agregó que Duran frena la estrategia independentista de Unió.
Esquerra Unida obvió el debate de la independencia y apuntó a las tesis económicas de Unió. Para Jordi Miralles, coordinador general de EUiA, el soberanismo no tapa las políticas de "sufrimiento" que avala Duran. Aludiendo con ironía al alma cristiana del partido, Miralles concluyó: "Unió está más cerca del infierno que del cielo".

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