_
_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Pasteloso’ pero desgarrador

Martín se presentó con sus músicos habituales. Naturalidad ante todo

Desde hace ya bastante tiempo, una vez al año Mayte Martín se reúne con sus seguidores en Luz de Gas para lo que ella llama una cita romántico-pastelosa. La cantante/cantaora barcelonesa se despoja entonces de todas sus ataduras culturales y, en la distancia corta de un local idóneo para estos menesteres como es Luz de Gas, se abre en canal exponiendo sin miedo su vena más sentimental.

Este año la cita ha coincidido con la insurrección discográfica de Martín decidida a dejar de lado los entramados industriales al uso y, a partir de ahora, producir y editar sus propios discos. Así, las actuaciones del pasado viernes y sábado se convertirán en un cedé que se podrá recoger presentando la entrada al concierto. A pesar de ello la sesión no se diferenció mucho de otras veladas boleristas anteriores, como si lo del disco fuera secundario y lo importante vivir ese momento de cercanía. Martín se presentó con sus músicos habituales, vestida de oscuro, sentada en un taburete, con una atril a su derecha y una botella de agua mineral junto a sus pies. Naturalidad ante todo.

A lo largo de casi dos horas Mayte Martín se dejó ir a lomos de un puñado de boleros y las historias de amores, desamores, parejas o tríos surgieron de su garganta con una profundidad desacostumbrada en ese género. Ni rastro de sensiblería, más bien al contrario: un rajo contenido pero profundo y desgarrador marcó cada uno de los temas provocando más de un sobresalto en una audiencia absolutamente entregada.

Para empezar rompiendo tópicos, abrió la velada con un tema de Andrés Calamaro, Algo contigo. Siguió después entre clásicos de Agustín Lara, Armando Manzanero, Víctor Iturbe, Roberto Cantoral o Marta Valdés. Invocó el espíritu de Machín, magnífica la versión de Corazón loco, cantó a Jobim con alma de bolerista y concluyó con el eterno Toda una vida que esa noche sonó estremecedor. Un soberbio abanico de sentimientos que, a poco que la grabación consiga transmitir la emoción vivida en Luz de Gas, puede convertirse en un disco importante.

Mayte Martín

Mayte Martín.
Luz de Gas, 11 de mayo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_