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Medio Ambiente planea erradicar los eucaliptos de As Fragas do Eume

La zona arrasada por el fuego se repoblará con especies autóctonas

La Xunta talará y retirará los eucaliptos y pinos calcinados en el incendio forestal que asoló el parque natural de As Fragas do Eume el último día de marzo, en plena sequía y con el viento arreciando. En lugar, la Consellería de Medio Rural plantará especies autóctonas para repoblar un espacio único y reverdecer 750 hectáreas teñidas de negro por la devastación de las llamas, 370 de ellas de gran valor ecológico.

Se trata del primer escalón de un plan de regeneración “a medio plazo” para el parque de As Fragas en el que están trabajando la Xunta y el Ministerio de Agricultura. La repoblación autóctona se hará “en las superficies en las que sea posible” y con el consentimiento de sus propietarios. Supone invertir una tendencia nociva que en las últimas décadas consintió que las dos laderas del cañón del Eume se poblasen sin control de eucaliptales y pinares que ardieron como paja en el incendio que durante cinco días (del 31 de marzo al 4 de abril) puso en jaque una de las joyas ecológicas de Galicia por la riqueza de su bosque atlántico.

La cuarta parte del parque (23%) son especies foráneas que se plantaron artificialmente. Pinos y eucaliptos ocupan 2.055 de las 9.126 hectáreas del parque: los pinares suponen el 9,2% (838) mientras que los eucaliptos invaden el 13,3% del terreno (1.217). Así lo refleja el borrador del Plan Rector de Usos y Xestión (PRUX) de As Fragas, una herramienta legal obligatoria y pendiente de aprobar desde la creación del parque, en 1997.

La idea de sustituir pinos y eucaliptos por árboles más enxebres se la comunicó el director general de Conservación da Natureza, Ricardo García Borregón, a los alcaldes, vecinos y ecologistas que integran la Xunta Consultiva del parque que ayer se reunió de forma extraordinaria en el Centro de Interpretación de As Fragas, en Ombre (Pontedeume). Fue la primera reunión de este órgano consultivo desde que se dio por extinguido el fuego el 4 de abril.

El parque de As Fragas do Eume se reparte entre cinco municipios del norte de la provincia de A Coruña (As Pontes, A Capela, Monfero, Cabanas y Pontedeume) y muchas manos, unos 200 particulares que se dividen en dos asociaciones.

Prácticamente toda la superficie que ardió en A Capela y Monfero fueron fincas privadas. Para sacar adelante su plan de repoblar las hectáreas quemadas con especies gallegas, la Xunta tendrá que negociar casi uno a uno con los propietarios que tradicionalmente optaron por plantar pinos y eucaliptos, dos especies invasoras que crecen rápido y son muy rentables para el negocio maderero.

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El director de Conservación da Natureza aseguró ayer que las primeras medidas que la Xunta adoptó “de urgencia” para minimizar los daños del fuego fueron “suficientes” y han dado “resultados positivos”. Borregón se refería así a las barreras de fibra vegetal que los técnicos empezaron a colocar el 12 de abril en las dos orillas del río y en las cuencas de los regatos Cal do Viñas, Rego da Cal e Rego da Laxe para tratar de impedir el arrastre de cenizas al Eume.

Según la Consellería de Medio Rural, las analíticas no han detectado rastros de contaminación ni en el cauce del Eume ni en los bancos marisqueros de Pontedeume, donde desemboca, a pesar de las intensas lluvias de las últimas semanas. Sobre la tierra calcinada también se han extendido a mano capas de paja para favorecer la regeneración del suelo y se han realizado trabajos para drenar y estabilizar el terreno, canalizando las aguas de escorrentía.

As Fragas do Eume atesoran el bosque atlántico mejor conservado de Europa, y a juicio de los ecologistas, escasamente protegido a pesar de ser un parque natural que se explota turísticamente. La Xunta todavía no ha concretado cuándo finalizará la redacción de un Plan Gestor del parque natural que acumula 15 años de retraso. Se redacta “sin prisa pero sin pausa”, aseguró ayer García Borregón, que sostiene que será un documento “consensuado” con los propietarios.

La Dirección Xeral de Conservación da Natureza no ha fijado ninguna línea de ayudas económicas para compensar a los particulares por los daños de un fuego provocado —con intención o por descuido, lo que está todavía por determinar— que investiga el Juzgado número 3 de Ferrol.

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