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Griñán pide dejar a un lado los enfrentamientos entre provincias

El presidente responde a las críticas por la ausencia de cuotas

Valderas saluda al exconsejero Menacho en presencia de Cayo Lara.
Valderas saluda al exconsejero Menacho en presencia de Cayo Lara.PÉREZ CABO

Las comparecencias públicas consecutivas que José Antonio Griñán ha ido apilando estos días de estreno de la legislatura —discurso de investidura en el Parlamento, debate con los líderes de los otros partidos, toma de posesión como presidente— han propiciado que su mensaje tenga un efecto multiplicador. El socialista ha gozado de la oportunidad de explicar cada día desde una tribuna institucional y solemne la futura acción del Gobierno de coalición con un enfoque distinto, contestar puntualmente a las críticas externas e internas, e incluso dar la réplica a las corrientes de opinión que galopan en el maremágnum de Internet.

En la puesta de largo del Ejecutivo andaluz, que ayer cumplió con el ceremonial de prometer el cargo en el Palacio de San Telmo, Griñán ofreció una respuesta al malestar que ha generado en su partido (y en el de la oposición) el hecho de que por primera vez en 30 años la hechura de un Gobierno de la Junta —en el que siempre ha imperado el PSOE— no responda a la cuota territorial. Estos es: que cada provincia tenga un consejero. “La fortaleza de Andalucía reside en la unidad territorial de ocho provincias y de sus más de ocho millones de habitantes”, dijo. Y añadió: “Andalucía es una empresa colectiva que exige un trabajo compartido y solidario. Propiciar el agravio o enfrentamiento entre territorios debilita el valor de Andalucía en España y en Europa”.

El presidente también mandó un aviso a sus socios y recordó que un Ejecutivo pierde fuelle si se decanta por los compartimentos estanco o pretende dirigir por libre las parcelas encomendadas: “Juntos conformamos un mismo proyecto progresista al servicio de los andaluces”.

Ante un nutrido grupo de personalidades que se agolparon en el Salón de los Espejos —una vez más, la presencia del PP fue la estrictamente institucional—, el socialista se esforzó por disipar los temores que ha despertado en algunos ámbitos la alianza con Izquierda Unida y reiteró que se propone cumplir la ley, ser leal y templado. “Somos objeto del recelo de algunos”, reconoció, “demostremos que Andalucía ha sabido elegir su propio camino para salir de la crisis aunando austeridad e impulso a la actividad económica”.

El presidente ofrece como garantía de estabilidad la trayectoria institucional de Diego Valderas

Para tranquilizar a los inquietos y contener el temor de hipotéticas salidas de pata de banco piropeó a Diego Valderas, su vicepresidente y consejero de Administración Local: “Estoy convencido de que el profundo sentido institucional que Diego Valderas ha demostrado a lo largo de su trayectoria política va a ser fundamental para la importante tarea de los próximos años”. El acto de fe contrastó con la hasta ahora inédita manera de prometer el cargo de la nueva consejera de Fomento y Vivienda, la izquierdista Elena Cortés, que antepuso a la parrafada formal la frase “por exigencia legal”. Desde 2008, varios diputados de este partido han recogido sus actas en el Parlamento con tal salvedad, o la más conocida “por imperativo legal”, pero nunca se había escuchado en el Ejecutivo.

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Igualmente, en la clave de contrarrestar suspicacias, José Antonio Griñán se comprometió con la igualdad de hombres y mujeres, una vez desaparecida como departamento independiente la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. Tanto fuentes de la Junta como del PSOE sostienen que la caída del cartel de esta nomenclatura obedece a criterios de ahorro y, sobre todo políticos, pues su antigua titular, Micaela Navarro, era la persona que algunos apuntaban como recambio de Griñán en el partido si Javier Arenas hubiera alcanzado la mayoría absoluta y derrumbado con el cambio el castillo de los socialistas andaluces. Es decir, se trata más de una operación de lectura interna que de claudicación de convicciones. Sin embargo, el hecho cierto es que ya no existe y tampoco su valor simbólico como objetivo irrenunciable.

El presidente sostuvo que la decisión de ubicar todo lo referente a Igualdad en la Consejería de Presidencia tiene la intención de mantener la apuesta. “Porque la igualdad, en estos momentos de crisis y de angustia, retrocede por todas partes. Sobre todo la igualdad entre hombres y mujeres, en la que este Gobierno no va a permitir renuncias ni retrocesos. Ninguno”, dijo.

Completó el discurso con llamadas al esfuerzo, la valentía y el coraje, y no olvidó agradecer el trabajo a los ochos consejeros salientes, que aguantaron el tipo en el acto con cara de circunstancia y sonrisa melancólica.

Cuando se disolvió el protocolo y los periodistas rodearon a los protagonistas, Valderas echó una mano y abundó en las con consignas de la unidad y la confianza. “Esta legislatura será un encuentro con los andaluces, una gran coalición de un Gobierno plural con una sola política y que va a tomar las decisiones con el conjunto de la ciudadanía”, señaló. A Valderas le arropó el coordinador federal de IU, Cayo Lara, quien aterrizó en la puerta de San Telmo en el mismo coche oficial donde viajaba el dirigente de su partido que ahora mismo ostenta más poder de toda España.

Casi de manera simultánea, los populares contraprogramaron con una conferencia de prensa, en la que el secretario general, Antonio Sanz, intentó meter una cuña entre los coaligados y hacer palanca. Aseguró que a IU la ha estafado el PSOE: “Le han robado la llave y le han vendido mercancía averiada, con consejerías vacías de competencias”.

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