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Basagoiti reducirá los miembros de su equipo directivo para ganar eficacia

El líder del PP vasco creará un comité asesor integrado por independientes

Javier Rivas
Basagoiti y Rajoy (tercero y cuarto por la derecha), junto a otros dirigentes en la clausura del congreso de 2008.
Basagoiti y Rajoy (tercero y cuarto por la derecha), junto a otros dirigentes en la clausura del congreso de 2008.LUIS ALBERTO GARCÍA

Fuera del ticket Antonio Basagoiti-Iñaki Oyarzábal como números uno y dos del partido, el resto de la ejecutiva que saldrá del congreso del PP vasco del próximo fin de semana está todavía por rematar, aunque todos los dirigentes consultados dan por hecho que no habrá grandes novedades en los nombres que la integrarán. Donde sí se van a registrar ciertos cambios es en su estructura.

Basagoiti pretende contar para su nuevo mandato con un equipo directivo más reducido que será el encargado del trabajo diario bajo la coordinación de Oyarzábal. Este núcleo duro de la ejecutiva estará compuesto por dos o tres vicesecretarías y seis o siete secretarios de área, según fuentes populares.

Renovación y militancia

“Tenemos un partido notablemente renovado y más armado que hace unos años, no construido en torno a una persona, sino con todo un equipo y muchas más caras que ofrecer a la sociedad”. Un veterano dirigente del PP vasco, siempre en puestos relevantes, resume así el estado actual de la formación.

En cuatro años, y sin un especial ascenso en respaldo electoral, el PP ha pasado de ser un partido que estaba en “las catacumbas” y “no pintaba nada” en Euskadi, como asume dos de sus principales referentes a tener el papel más relevante que nunca ha jugado en la política vasca. Dos hechos le han llevado hasta aquí: convertirse en socio necesario del cambio en Euskadi en 2009 y, ya el año pasado, la llegada de Rajoy a La Moncloa. Ninguno de los dos ha sido de su estricta cosecha, pero Antonio Basagoiti, coinciden seguidores y rivales, ha sabido jugar sus cartas con habilidad. A ello se suma haber recuperado sus dos principales referencias institucionales —Álava y Vitoria—, lo que le permite exhibir un perfil gestor.

El congreso del próximo fin de semana pondrá punto final al ciclo de la moderación y la renovación que abrió la elección de Basagoiti hace cuatro años. “Es el congreso de la consolidación de un proyecto que empezó hace tres años con muchas dudas”, opina un parlamentario.

El partido ha ganado en influencia política, pero también en militancia. El mes pasado sumaba 5.327 afiliados, de ellos 1.503 en Álava, 2.690 en Bizkaia y los 1.134 restantes en Gipuzkoa). En 2.007 eran 4.925, que han ido creciendo en cada uno de los sucesivos ejercicios.

Hace cuatro años, la necesidad de armar múltiples equilibrios en una situación en que el partido se hallaba dividido tras la abrupta marcha de María San Gil condujo a una cierta inflación de nombres en la ejecutiva. El actual organigrama suma un total de 31 puestos en la cúpula, con cuatro vicesecretarios y hasta 21 coordinadores de área. Con vocales sin cartera y miembros natos, el comité ejecutivo llega a 84 personas.

Ahora no hacen falta tales equilibrios y compromisos, lo que permitirá armar ese “árbol menos frondoso de cargos y más comprensible”, en definición de un miembro de la actual dirección. Ese equipo ejecutivo más compacto en torno a Oyarzábal haría también más sencillo transmitir y comunicar mensajes con las elecciones de 2013 como principal reto. “No se va a castigar a nadie, pero va ser un equipo más eficaz y menos de cara a la galería”, apunta uno de los consultados. A partir de ahí, el resto de la ejecutiva será plural, con presencia de los tres territorios, de veteranos y jóvenes, etcétera.

Basagoiti ha hablado poco hasta el momento de nombres concretos con su círculo más inmediato en la dirección —“estas cosas se resuelven en los tres últimos días o incluso en las tres últimas horas en el congreso”, ironiza un parlamentario”—. Sin embargo, una de las cuestiones por resolver, según algunas fuentes, sería el papel que vaya a jugar la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga. Actual vicesecretaria general, este puesto no tiene ahora mucho sentido con la estructura a la que se va a tender, apuntan dichas fuentes.

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Una de las posibles opciones que Basagoiti estaría manejando sería crear para Quiroga una vicepresidencia, un puesto del que hoy carece el PP vasco, pero que existe en otras organizaciones del partido, como la andaluza.

Oyarzábal contará con un ‘núcleo duro’ de entre ocho y diez dirigentes

Si Alfonso Alonso finalmente decidiese no continuar como presidente del partido en Álava para centrarse en su cargo en el Congreso —posibilidad cada vez menos probable—, entraría con un puesto de presencia relevante en la ejecutiva de forma que mantuviese su anclaje con la dirección del partido en Euskadi.

Con todo, la principal novedad en la que está trabajando Basagoiti en este terreno es crear un nuevo comité asesor formado por personalidades independientes que se reduciría a cuatro o cinco nombres para hacerlo realmente operativo. El presidente del PP vasco tiene pensados algunos de los perfiles con los que desearía contar e incluso algún nombre, pero no cerrará su composición hasta la próxima semana, según las fuentes informantes. La cuestión posterior sería encajar ese comité asesor, su composición y sus funciones dentro de los estatutos de la formación.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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