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Griñán llama a no dar un “paso atrás” en los logros del modelo autonómico

Montoro advierte de que el proyecto andaluz no puede diferir del resto de España

Griñán y Montoro, en un un momento del acto.
Griñán y Montoro, en un un momento del acto.JULIÁN ROJAS

José Antonio Griñán aprovechó ayer su toma de posesión como presidente para reivindicar el Estado autonómico y los servicios públicos, dos mensajes que viene repitiendo desde hace tiempo, pero que en las últimas semanas, ante la orientación de las medidas que está tomando el Gobierno de Mariano Rajoy, ha colocado machaconamente en el vértice de la pirámide.

 En presencia del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, el socialista mantuvo las maneras institucionales, pero no se bajó de las premisas que ha marcado su Ejecutivo de coalición con Izquierda Unida. Montoro tampoco se salió de la solemnidad del momento —con invocaciones a la lealtad y la colaboración—, lo que no evitó que deslizara cargas de profundidad que sonaron a aviso a navegantes ante cualquier tentación de sacar los pies del tiesto de la contención del déficit.

“Por muy altas que suenen las voces que impugnan estos dos grandes consensos constitucionales [las autonomías y la economía social de servicios públicos], hemos de repetir una y mil veces que han sido los que nos han permitido los mejores años de la historia de la España contemporánea”, dijo Griñán. Y añadió, en referencia al Estado descentralizado: “No es tiempo de desistimientos ni de pasos atrás, sino de políticas valientes que con los pies en la tierra sean capaces de mirar hacia adelante por encima de intereses partidistas y personales”.

El recado al Gobierno del PP sobre lo primordial e irrenunciable del valor público lo resumió en una frase: “Una sociedad desregulada o que privatiza servicios públicos esenciales termina siendo una sociedad inestable y desigualitaria”. Advirtió de que empujará un proyecto colectivo que busque el servicio público por encima de todo y tenga en la igualdad de oportunidades “su razón de ser”.

Usó algunas ideas del discurso de investidura que pronunció en el Parlamento el pasado jueves, e insistió en la oferta de diálogo al PP y en el compromiso del trabajo conjunto con el Gobierno, la única forma de salir de la crisis. “Entre todos, hemos de fortalecer el valor España como país”, señaló, y recurrió a un juego de palabras para sortear las alertas que se han encendido en algunos ámbitos por la alianza con IU: “Mi Gobierno será de coalición con todos los andaluces, fuerte en el diálogo y leal con la oposición, como espero que la oposición también lo sea con mi Gobierno”.

Montoro, quien acudió en representación del Gobierno, se sumó también a la etiqueta del acto y su guión de la cooperación y esfuerzo común. Pero sin renuncias: “El único camino que hay que recorrer juntos se llama Europa, el euro y la defensa de ese proyecto, que en definitiva es la salida de la crisis económica y la apuesta por la creación de empleo”. A la resistencia que ha mostrado la Junta para asumir en su territorio los recortes decretados por Rajoy en sanidad y educación, o para aplicar la reforma laboral a los empleados públicos, el ministro dio una respuesta clara: “El proyecto que desarrollará el Gobierno andaluz, en el interés general de todos los andaluces, no puede ser diferente del de todos los españoles”.

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Javier Arenas, el líder del PP andaluz, y otra vez jefe de la oposición, se ausentó del acto. No envió a nadie del partido en su lugar, pero sí su réplica a través de las agencias de noticias: “Griñán ha hecho el Gobierno más radical y menos institucional de la historia, pensando en las batallas internas y en los ERE”.

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